Esta es una pregunta muy frecuente que me hacen los ayunantes de mi centro. Y me parece apropiado debatir un poco las ideas controvertidas que surgen alrededor del tema. ¿El ayuno intermitente genera úlceras gástricas? ¿El ayuno intermitente exacerba la gastritis? ¿El reposo digestivo mejora las úlceras gástricas? ¡Vamos a aclarar todo esto!
Para empezar, tenemos que tener claro que el ayuno intermitente es una práctica nutricional que debe realizarse bajo supervisión médica si padecemos alguna clase de enfermedad o condición. Esto se debe a que a pesar de ser un plan de alimentación saludable y seguro, no está diseñado para todo el mundo. Existen excepciones para su uso como para cualquier protocolo.
Una vez que acudimos al médico y sabemos que estamos en excelentes condiciones y que el ayuno intermitente se puede ajustar a nuestras necesidades, es cuando decidimos ponerlo en práctica. Así sin duda, sí obtendremos todos sus beneficios sin sufrir ningún problema.

¿Qué son las úlceras gástricas?
Son lesiones que se forman en la mucosa gástrica, es decir, en el revestimiento interno del estómago. Son más o menos cómo heridas que habitualmente se forman cuando la determinada porción lesionada está expuesta durante mucho tiempo a los ácidos estomacales. Esto es bastante doloroso y los síntomas más frecuentes son:
- Acidez.
- Reflujo.
- Dolor.
Todos estos síntomas se intensifican cuando el estómago está vacío, porque es entonces cuando toda la concentración de los ácidos está encima de la mucosa. Pero, también existen otras razones importantes para la formación de úlceras gástricas que vale la pena mencionar, por ejemplo:
- Comer alimentos picantes.
- El helicobacter pylori.
- El uso excesivo de analgésicos no esteroideos (ibuprofeno, ketoprofeno y otros).
- Fumar.
- Situaciones de estrés.
Por eso, cuando se está practicando un plan de ayuno intermitente y se empieza a padecer una úlcera gástrica hay que considerar muy bien cuál fue el punto de partida. Porque no siempre suele ser el periodo de ayuno, al cual también se le atribuye cierta responsabilidad. Pero por sí mismo, el ayuno no genera ninguna lesión en el aparato digestivo.
¿Pero qué sucede con esas personas que desarrollan gastritis o úlceras gástricas con el ayuno intermitente?
No hay ningún estudio que responsabilice directamente al ayuno intermitente de causar este daño en la mucosa digestiva. Por el contrario, todos los que se han realizado validan los increíbles beneficios en la renovación celular de la mucosa, en la desintoxicación del tracto digestivo y en el recambio de la flora intestinal.
Pero a veces sucede que algunas personas pueden desarrollar úlceras gástricas. En este caso, es oportuno suspender los protocolos de ayuno mientras sana la lesión. ¿Pero por qué sucede? La explicación que más continuamente es aceptada habla sobre el contacto estrecho que sostiene la mucosa gástrica con el ácido clorhídrico durante los periodos de ayuno.
El ácido clorhídrico se encarga de disolver los alimentos una vez se encuentra en el aparato digestivo. Y si no hay alimentos este bañará las paredes del estómago. Se estima que de este modo es como la mucosa puede lesionarse. Sin embargo, no es algo que se atribuya meramente al protocolo de ayuno intermitente.
Especialistas en gastroenterología aseguran que el ayuno intermitente no tiene ningún efecto negativo sobre el sistema digestivo.

¿Beneficia el ayuno intermitente a las enfermedades digestivas?
En términos generales, contribuye a la recuperación de algunas enfermedades digestivas. Especialmente de carácter inmune e infeccioso, pero cuando se trata de una úlcera, de reflujo gastroesofágico o de una exacerbación de gastritis es mejor suspender el plan. Y ajustarse a una dieta que no incluya alimentos cítricos, que no contenga mucha fibra ni sea alta en grasas.
En estas circunstancias, los médicos y nutricionistas se inclinan más hacia dietas distribuidas en 3 comidas y al menos 1 merienda. Por eso es tan importante la evaluación médica antes de iniciarse en un nuevo plan de alimentación.
Una vez recuperado y solucionado el problema, puedes empezar nuevamente poco a poco con tu plan de ayuno. Siempre prestando atención a los síntomas como flatulencia, reflujo, irritación o ardor y cualquier otro que pueda ser señal de una nueva úlcera. En este caso debe acudir al médico especialista.
En resumen, el ayuno intermitente no ha demostrado ser el responsable del desarrollo o aparición de úlceras digestivas. Sin embargo, cuando se posee una el periodo de ayuno puede intensificar sus síntomas y por eso es aconsejable no practicarlo.
Entonces, lo más responsable y la forma correcta y segura de empezar con el ayuno, es con una asesoría profesional de por medio. ¡No dudes en buscar ayuda! El ayuno puede hacer grandes cosas por tu salud si lo practicas adecuadamente y con consciencia.