¡Bienvenido al nuevo episodio de Ayuners! Tenemos más contenido de calidad para ti y tu estilo de vida saludable. En esta ocasión tendremos un pequeño enfoque de psiconeuroinmunoendrocrinología con respecto a la vacunación para el COVID-19. ¿Ya estás vacunado? ¿Sabes acerca de la vacuna contra la COVID-19? ¡Quédate y escucha atentamente!
Existe mucha discrepancia en torno a si vacunarse es seguro o no, especialmente porque hay una variada gama de vacunas con distintos niveles de eficiencia, sin embargo, vamos a explicarte cómo reacciona tu cuerpo y cómo puedes ayudarle a asimilar mejor la vacuna.
Sistema inmune y memoria inmunológica
Para empezar hay que hacer un recuento de lo que es el sistema inmune, y no se puede definir de otro como que como una barrera de defensa contra enfermedades, la cual en realidad tiene 3 componentes: las mucosas, la inmunidad inespecífica y la inmunidad específica.

El cuerpo está recubierto de mucosas, algunas cuentan con cilios y con una microbiota propia de cada sistema, esa flora bacteriana es la que mantiene el equilibrio interno e impide la invasión de otros agentes patógenos, además de cumplir muchas otras funciones vitales, como en el caso de la microbiota intestinal que colabora con la absorción de los alimentos.
Luego está la inmunidad inespecífica que cuenta con células blancas como los neutrófilos, estas células se encargan de reaccionar ante cualquier agente externo y generar una respuesta inflamatoria para combatir la agresión. Luego de ella se crea la inmunidad específica que viene siendo la memoria inmunológica, con la formación de anticuerpos específicos a determinados patógenos.
Contra el COVID-19 no teníamos memoria inmunológica porque nuestro cuerpo no había entrado en contacto nunca con él, y por ello nuestro sistema inmune no supo cómo reaccionar a tiempo, no obstante, hay muchos tipos de sistemas inmunes y algunos claro está eran más competentes.
¿Cómo se adquiere un sistema inmune competente?
Nuestro sistema inmune reacciona de acuerdo a cómo nosotros lo cuidamos, así que nuestro estilo de vida es indispensable para mantener un sistema inmune saludable. Para lograr un equilibrio interno y no desatar una respuesta inflamatoria que nos debilite basta con:
- Llevar una alimentación nutritiva.
- Regular los biorritmos.
- Manejar adecuadamente el estrés.
- Realizar ejercicio físico.
- Otorgar descanso digestivo.
- Practicar métodos detoxificantes.
¿Cómo me preparo para recibir la vacuna del COVID-19?

Las vacunas son refuerzos inmunológicos, agentes creados a partir de virus o bacterias inoculadas y debilitadas a través de medios químicos, su objetivo es otorgar memoria inmunológica y así facilitar las herramientas necesarias para combatir la enfermedad cuando estemos en contacto con el patógeno activo.
Aún así muchas personas no están de acuerdo con el sistema de vacunación, a pesar de los grandes avances para el mundo médico que ha significado. Pero si estás considerando hacerlo, te sugiero los siguientes consejos:
- Evita hacerlo cuando estés atravesando algún proceso infeccioso, ya sea una gripe común o un catarro, tampoco durante una respuesta alérgica o inflamatoria de otro tipo.
- Refuerza tu sistema inmune con suplementación una semana o 10 días antes, para ello puedes tomar:
Vitamina A 22.000 Uds diarias y vitamina D 2000 Uds diarias.
Zinc 20-30 mg diario y Selenio 20 mg diario.
Omega 3, 2 a 4 mg diario.
Antioxidantes como vitamina C 500 mg o 1 gr diario.
Estos suplementos son moduladores que potencian la función del sistema inmune ya que son de utilidad para todas las funciones orgánicas. Pero además de ellos puedes utilizar luego de la aplicación otros agentes que te ayuden a eliminar los desechos y radicales libres que la inoculación pueda generarte ¡Para saber de qué se trata no dejes de escuchar completo el episodio número 30 de Ayuners!