¡Bienvenidos al nuevo episodio de Ayuners! Continúa aprendiendo sobre salud y estilos de vida saludable junto a nosotros. En esta oportunidad estaremos abordando un tema muy importante, altamente divulgado y terriblemente manipulado: el colesterol. ¿Cuántas veces hemos escuchado que el colesterol es terrible para la salud? ¿Esto es del todo cierto? ¡Averígualo en Ayuners!
El colesterol es parte de las células lipídicas que nuestro cuerpo metaboliza. Es un componente natural que es indispensable para la síntesis de muchas moléculas. Pero con los años, lo han ido satanizando por falta de información veraz que compruebe el daño intrínseco de sus altos niveles en el organismo. Por ello vamos a desbridar todos los mitos sobre el colesterol para saber qué tan perjudicial o beneficioso es en realidad, acompáñanos.

¿Qué es el colesterol?
El colesterol es una sustancia grasa, que nuestro cuerpo produce naturalmente a través del hígado o que es absorbido directamente de los alimentos. Está presente en todas las células del organismo y es transportado hacia los distintos órganos para contribuir con el correcto funcionamiento de los mismos.
Esta molécula se necesita para la formación de hormonas tanto sexuales como tiroideas, para la regeneración de la membrana celular que permite el pasaje de nutrientes e información de una célula a otra, para la formación de ácidos biliares que facilitan la digestión y para la síntesis de vitamina D. Es decir, es un componente indispensable del metabolismo.
El colesterol es transportado por la sangre desde el hígado y viceversa. Para ello, se unen a lipoproteínas que se encargan de la movilización, estas reciben el nombre de HDL y LDL, ¿Las has escuchado? Generalmente, cada una de las lipoproteínas se señala como “colesterol bueno” y “colesterol malo” de acuerdo a la función que cumplen con las células grasas.

Lipoproteínas
El colesterol se moviliza por el torrente sanguíneo hacia los diferentes tejidos que lo necesitan unidos a unos vehículos proteicos, estos cumplen la tarea de esparcirlo y a la vez recogerlo y devolverlo a su origen, de forma constante y segura para evitar su acumulación. Existen dos tipos de lipoproteínas:
- HDL: En español proteínas de alta densidad, también conocida coloquialmente como “colesterol bueno”. Esta proteína se encarga de recoger todo el colesterol que no se utilizó de la sangre y devolverlo al hígado para su metabolización y excreción por medio de la bilis.
- LDL: En español proteína de baja densidad, también conocida como “colesterol malo”. A diferencia de la proteína de alta densidad esta cumple la función inversa, se encarga de transportar desde el hígado hacia los tejidos las moléculas de colesterol, por ende es rigurosamente más vigilada.
Podemos deducir que ambas proteínas son de suma importancia para el cuerpo. Sin embargo, hay un problema cuando el ratio de una está por encima de lo normal. Aún más cuando se trata de la LDL, ya que si hay un exceso de colesterol en los vasos, y una deficiencia de la proteína que lo “limpia” entonces habrá una acumulación posteriormente y es entonces cuando aumentan los índices de riesgo cardiovascular.
Riesgo cardiovascular y colesterol
¿Disminuir el consumo de grasa es suficiente para disminuir el riesgo cardiovascular? ¡Se ha demostrado que no! En 1955 Ancel Keys, un científico norteamericano, inició un proyecto nutricional dirigido a la disminución de los valores de colesterol por medio de una dieta basada en hidratos de carbono. ¿Sabías que este estudio se publicó por la revista Time en 1984, como un llamado de atención hacia los patrones dietéticos? No obstante, algo iba mal ¡El riesgo cardiovascular iba en aumento!
Los resultados del estudio no eran tan óptimos como se esperaban, la incidencia de enfermedades cardiovasculares y la tasa de muerte por enfermedades cardíacas no descendían de acuerdo al plan, es entonces cuando se empieza a ver el colesterol desde un prisma distinto. ¡Te invitamos a escuchar el nuevo episodio de Ayuners completo para que descubras la razón!