¡Bienvenido al nuevo episodio de Ayuners! Nuestra trigésima séptima edición está dedicada al conocimiento precoz de síndromes metabólicos. El mismo, es un vistazo rápido a lo que pueden ser los primeros síntomas de una enfermedad que pase inadvertida. Para ello vamos a recurrir a un ejemplo práctico con un caso clínico que te orientará hacia las señales de alerta. Recordando que una de las señales de alerta más directa, es el sobrepeso.

Para empezar, a veces presentamos tantos síntomas variados que es realmente difícil diagnosticar cuál es el origen del mal, cual es la raíz. Por eso es importante acudir a un experto que pueda asociar nuestra clínica con nuestro medio interno. Es decir, con los elementos bioquímicos que nos conforman. Esa es básicamente la manera en la que abordamos a todos nuestros pacientes.
Para conocer más deberás escuchar todo atentamente ¡Vamos a ello!
La historia de Pilar…
Usaremos el caso de Pilar y el éxito que tuvo después de acudir a nuestro centro en busca de ayuda. Pilar se enteró de nuestros servicios por medio de su pareja quien acudió a una de nuestras sesiones. Su pareja, tras escuchar sobre el perfil de pacientes con alto riesgo metabólico decidió motivar a Pilar a acudir.
Para cuando Pilar acudió ya tenía varios años presentando distintos síntomas que condicionan su calidad de vida. En primer lugar la mayor parte de su vida adulta sufrió de sobrepeso, algo que evolucionó a una obesidad mórbida cuando entró en el periodo de la menopausia. Pero además de eso, Pilar también sufría de constantes dolores musculares, articulares y molestias digestivas.
Todos esos síntomas variados y con distintos niveles de intensidad llamaron su atención y la llevaron a realizarse analíticas sanguíneas anualmente, los tres años previos a su asistencia a Pure Corpore. Y en todas ellas había un patrón en común, el evidente deterioro de su salud metabólica.

¿Qué presentaba pilar en sus analíticas?
A todos nos puede ocurrir alguna vez que nos realicemos una analítica y tengamos nuestros valores dentro de los límites “normales”. Sin embargo, algunos laboratorios flexibilizan mucho estas cifras y llegan a considerar algunos rasgos como “normal alto” por ejemplo, algo como lo que le sucedía a Pilar.
Durante esos tres años de estudios se evidenció un aumento de 3 veces el valor normal de la insulina, niveles borderline de glucosa en ayunas, niveles bajos de vitamina D, y cifras de PCR alta que es uno de los marcadores inflamatorios más sensibles. Pero no solo eso, todas las enzimas metabolizadas por el hígado se veían extrañamente elevadas. que indicaba que su hígado no estaba funcionando del todo bien y no depuraba de forma correcta.
Todo apuntaba a que los síntomas que presentaba Pilar eran consecuentes a sus alteraciones bioquímicas pero de manera proporcional. Sus alteraciones bioquímica se presentaban tras la intervención errónea que ella misma intentaba para aplacar sus molestias, como sucedía con los antiácidos que utilizó por años para lidiar con sus molestias digestivas.
Los antiácidos que Pilar usaba disminuían la producción de células necesarias para estimular la depuración de estrógenos y catecolaminas por parte del hígado, lo que explicaba sus altos niveles de aromatasa.
Con una simple correlación entre sus analíticas, sus síntomas y el testimonio de Pilar sobre qué venía intentando hacer, bastó para esquematizar la ayuda terapéutica que realmente necesitaba.
¿Quieres saber cómo logramos que Pilar venciera el sobrepeso, disminuyera sus niveles de insulina y sus síntomas desaparecieran? ¡Escucha nuestro nuevo episodio completo y descubre cómo!