¡Bienvenido al nuevo episodio de Ayuners! Tu podcast ideal para aprender más sobre estilos de vida saludable. En una nueva edición traemos para ti un tema súper importante en la situación mundial actual, y se trata de cómo reforzar el sistema inmune sin ningún tipo de suplemento.
Toda la vida hemos escuchado que es necesario consumir determinadas vitaminas para poder fortalecer el sistema inmune ¿no es así? Incluso estos suplementos suelen ser incluidos en nuestra vida a muy temprana edad. Sin embargo, se ha demostrado que obtenemos los mismos resultados al cambiarlos por mejores hábitos nutricionales. ¡Acompáñame y descubre cómo!

¿Qué es el sistema inmune?
El sistemas inmune son todos y cada uno de los mecanismos de defensa con los que el cuerpo cuenta para prevenir enfermedades, tanto infecciosas como de otra naturaleza. Básicamente podemos dividirlo en dos capas, una externa representada por la piel y las mucosas, y otra interna mediada por todas las células protectoras que circulan por el torrente sanguíneo.
Cuando un virus o bacteria quiere ingresar a nuestro sistema, ya sea a través de una lesión o por medio de una enfermedad, debe atravesar primero estas dos capas de defensa con la que el cuerpo cuenta. Luego, si ya ha sido identificado por las células de memoria, que vendría siendo una tercera capa, tendría que luchar contra los anticuerpos que reconocerían los elementos invasores.
¿Esto cómo funciona?
Bien, la piel y las mucosas que revisten distintos aparatos y sistemas del cuerpo, poseen “armas” capaces de impedir la invasión de un agente extraño hacia el interior del sistema. Pero en caso de que estos fallen, la segunda capa se encargará de enviar ayuda de emergencia hacia la zona de injuria. Entonces, esta ayuda será prestada por parte de los macrófagos tipo 1, o células de defensa pro inflamatorias.
Los macrófagos tipo 1 son células de ataque, por lo cual su primera reacción será crear un ambiente inflamatorio donde atraiga a más células inflamatorias que impidan la expansión de la agresión. Por supuesto, es algo positivo, una respuesta rápida que habla de qué tan eficiente o no es nuestra respuesta inmune. No obstante, este ambiente inflamatorio puede llegar a ser perjudicial una vez que sea constante y excesivo.
Por otra parte, otro tipo de macrófagos, los llamados tipo 2, tienen una respuesta más moduladora, lenta pero eficiente. Estos mantienen los niveles de defensa elevados sin tener que crear un ambiente tan inflamatorio. Recordemos que la inflamación es estrés celular, y el estrés celular se traduce a su vez en muchas condiciones nocivas, como cáncer, enfermedades autoinmunes e incluso enfermedades infecciosas a repetición.
¿Cómo lo fortalezco entonces?

El pilar fundamental es la alimentación. Nuestros hábitos alimenticios juegan un papel esencial en la eficacia de nuestro sistema inmune. Esto, especialmente en la formación de células defensoras y en la calidad de nuestras barreras naturales.
Se ha demostrado que una dieta que permita la oxidación de las grasas, es decir, el proceso de cetosis es capaz de fomentar la utilización de macrófagos tipo 2 por parte del sistema inmune. ¿Quieres saber por qué? Te invito a escuchar el nuevo episodio completo para que descubras cómo el ayuno puede sustituir cualquier suplemento para el sistema inmune. ¡Ayunízate!