¡Bienvenido al nuevo episodio de Ayuners! Nuevamente traemos una edición cargada de información saludable para ti. En esta oportunidad compartiremos un caso muy especial, bastante frecuente desafortunadamente, que seguro te hará sentir identificado.
Muchos de nuestros pacientes suelen llegar a nuestro centro con una variedad de síntomas inespecíficos que previamente no han arrojado ningún diagnóstico en manos de otros profesionales. Sin embargo, hemos desarrollado estudios específicos en ellos y hemos logrado dar con la fuente del problema.
Si lo que comes te sienta mal, presta atención a lo que tu cuerpo te dice…

Para empezar, ¿has sentido problemas digestivos luego de cada comida? Me refiero a pesadez, acidez estomacal, reflujo gastroesofágico o diarreas, ¿y te has fijado si estas molestias se intensifican con determinados alimentos? Pues, ese era el caso de Roberto.
Roberto es uno de nuestros pacientes, es un hombre joven de 34 años, que mantiene un peso promedio y que viene sufriendo de molestias digestivas tras cada comida. Su investigación empezó tras la limitación que desarrolló a tolerar ciertos alimentos, al mundo que poco a poco fue clasificando cuales eran aquellos que le caían peor.
Acudió a muchos profesionales, no obstante, nunca tuvo un diagnóstico específico, su conducta general se basó en abandonar la idea de incluir todos aquellos alimentos a su menú diario. ¿Lo curioso? No todos los alimentos que le caían mal eran alimentos necesariamente dañinos o potencialmente nocivos, algunos incluso eran verduras, hortalizas y pescados.
¿Entonces cuál era el problema? ¿Por qué sentía acidez al comer lechuga? Pues bien, algo que quizá muchos pasaron por algo es la composición nutricional de cada uno de estos alimentos, y más allá, en que se descomponen al entrar en nuestro organismo.
Fue entonces cuando empezamos a juntar los puntos del problema, y en conclusión descubrimos que Roberto tenía un problema digestivo, sí por supuesto, pero de origen hepático.
Su hígado es el responsable de descomponer los sulfatos presentes en los alimentos en sulfito, un metabolito fácil de eliminar. Y al no contar con la suficiente producción o utilizar todos los elementos sintetizantes para otras funciones había una gran acumulación de sulfatos en el cuerpo.

¿Roberto tiene cura?
El problema digestivo de Roberto no era el único que lo afectaba, su resistencia al hacer deportes también había disminuido, había notado de hecho que su flexibilidad no era la misma de antes. Esto es algo bastante peculiar para su edad, pero tampoco era todo, cansancio y problemas para dormir eran añadidos además a su lista.
Todos ellos potenciados aún más con una pobre forma de lidiar o drenar el estrés, algo que sin duda tampoco mejora el panorama. Motivado a todo ello, y cansado de sentir el malestar y de no encontrar una solución real fue que acudió a nuestro centro. Luego de indagar profundamente, de verificar algunos marcadores inflamatorios y el estado de sus niveles de minerales y electrolitos pudimos dar con el correcto abordaje que Roberto necesitaba.
¿Quieres saber qué hicimos y cómo logramos solucionar su problema? ¡No dejes de escuchar el episodio número treinta y ocho de Ayuners! Recuerda, tú puedes ser Roberto, así que si te sientes identificado aún estás a tiempo para revertir tu situación. ¡Ayunízate!