¡Bienvenido al vigésimo segundo episodio de Ayuners! Cómo siempre traemos una amena charla sobre temas esenciales para tu salud nutricional. En esta oportunidad, nuestro tema central es el ayuno prolongado y los síntomas que puedes llegar a experimentar durante él.
¿Hay síntomas? ¿Son fuertes? Es muy importante aclarar esto, especialmente para los nuevos ayunantes, de manera que no suspendan el curso de su ayuno por experimentar algunos cambios físicos o fisiológicos. ¡Vamos a ello!
¡Practicar ayuno prolongado! ¿Cómo hacerlo sin interrupción?
El ayuno prolongado es cualquier modelo de ayuno que sobrepase las 24 horas de ayuno, algunos se pueden extender incluso a 3 semanas, y siempre que se practique de manera consciente y voluntaria es seguro para la salud.
Cuando ayunamos llevamos al cuerpo a un estado de cetosis, donde usamos energía proveniente de nuestra grasa almacenada, esto obviamente implica un cambio metabólico pero a su vez confiere muchísimos beneficios que mientras más se extiendan en el tiempo más saludables llegan a ser.
¿Qué es la cetosis?
¿A qué nos referimos cuando llevamos al cuerpo a un estado de cetosis? La cetosis es ese proceso en el cual se activa una flexibilidad metabólica y el cuerpo pasa de utilizar la glucosa como única fuente de energía. En el momento que la cetosis empieza el cuerpo comienza a formar a partir de tejido adiposo cuerpos cetónicos, moléculas que sirven de alimento especialmente para el cerebro.

Existen dos tipos de cetosis:
Cetosis nutricional:
Es segura y no pone en peligro ningún aparato ni sistema del cuerpo, se activa mediante el ayuno en sus distintas presentaciones y en ausencia de enfermedades que condicionen su aparición o su intensidad.
Cetoacidosis:
Es una cetosis muy intensa que suele complicar a los pacientes diabéticos tipo 1 , que practican de forma descoordinada un ayuno, su principal consecuencia es la acidificación del pH sanguíneo.
Por supuesto que nosotros buscamos, es activar la cetosis nutricional a través del ayuno prolongado, que reitero, es un proceso seguro y saludable, que lleva al organismo a depurarse, desinflamarse y regular todos los indicadores fisiológicos.
Síntomas más comunes del ayuno
Algunos síntomas son más intensos o prolongados que otros, pero es importante que sepas que todos son temporales y especialmente que reconozcas cuales están asociados directamente al ayuno prolongado, de esta manera no te alertarás y podrás continuar con tu proceso.
Dolor de cabeza:
Es quizás el síntoma más frecuente, se presenta tras 24 horas de ayuno. La cefalea puede deberse a varios procesos que ocurren durante el ayuno, el primero es una disminución del riego sanguíneo a las arterias basilares, el segundo puede ser por la adicción a los carbohidratos que tenga tu cuerpo y finalmente el tercero es por el proceso de depuración.
Todos estos procesos son adaptativos, suele remitir los síntomas antes de cumplir las 48 horas de ayuno y es entonces cuando los ayunantes refieren tener un proceso cognitivo más ágil.
Halitosis:
El término halitosis es “mal aliento” y es un síntoma característico, al menos durante 72 horas que dura el proceso de depuración de tóxicos del cuerpo los ayunantes suelen referir sentir el aliento pesado y cierto gusto agrio en la lengua, del mismo modo pueden observar la lengua un poco más blanquecina o de color amarillento.
No es algo que se deba a la higiene bucal sino a la función de la lengua como órgano exocrino, y mientras el cuerpo se encuentre en la fase detox es normal.
Sudoración:
A la piel le sucede algo similar, tiene muchas glándulas exocrinas que irán drenando parte del proceso de depuración, por ello, el sudor se puede volver un poco más profuso y tener un olor más fuerte, también es un síntoma que remite a las 48 o 72 horas.
Cansancio:
El cansancio es más un síntoma que depende de la percepción del ayunante, la mente juega un papel muy importante en la forma de asimilar o reaccionar a los síntomas. Esta sensación de fatiga suele aparecer cuando se activa la flexibilidad metabólica y culmina al cabo de 48 horas que el cuerpo se haya adaptado a la nueva fuente de energía.
Presión arterial baja:
Que baje la presión arterial depende del tipo de ayuno que se esté llevando, ya sea a base de zumos, agua o caldos, unos aportan más nutrientes que otros y esto puede regular un poco la presión arterial, sin embargo es un síntoma clásico y no es prolongado.
Estreñimiento:
Cuando estamos en ayuno disminuye el paso de alimentos por nuestro tubo digestivo, esto conlleva a que haya una disminución del peristaltismo, es decir, del movimiento sincrónico del intestino, por ende es frecuente observar estreñimiento en los primeros días de ayuno.
Para aliviar este síntoma es suficiente con realizar masajes circulares encima del abdomen en el sentido de las manecillas del reloj, esto induce nuevamente el peristaltismo y promueve la evacuación.
¡Pero estos no son los únicos síntomas! Conoce en el episodio completo todo los otros síntomas que no son tan frecuentes pero que sin duda pueden llegar a aparecer en algún momento. ¡No tengas miedo, es totalmente normal!