Entre los mitos que rodea al ayuno intermitente, siempre destaca la hipoglucemia. Las personas tienen la concepción errónea de que el ayuno provoca disminución de los niveles de glucosa en sangre, que es hipoglucemia ¿pero qué de cierto hay en esto? Vamos a saberlo a continuación.
Para empezar, se ha comprobado que el ayuno intermitente ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre, regular más no disminuir. Es normal que después de consumir algún alimento, el nivel de azúcar en sangre aumente y entonces es cuando actúa la insulina. Esta es segregada por el páncreas para que empiece a movilizar la glucosa al interior de las células y no se quede acumulada en el torrente sanguíneo.
Después de pasado cierto número de horas y de haber transportado al interior de las células las moléculas de glucosa, el cuerpo comienza a formar nueva glucosa a partir de las reservas que posee en el hígado y en el músculo. Estas reservas llevan el nombre de glucógeno y el proceso se denomina gluconeogénesis. Básicamente, es formar nueva glucosa para la utilización por parte de las células.
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¿Cómo se reponen los niveles de glucosa durante el ayuno?
De toda la glucosa que se consume y que es transportada al interior de las células, no toda es utilizada, sino, que una buena cantidad se almacenada en forma de glucógeno en el músculo esquelético y en el hígado. Cuando las reservas de glucosa descienden o se gastan el cuerpo recibe señales para formar su propio combustible a partir de este elemento.
Lo primero en suceder, se conoce como glucólisis, y es un proceso catabólico que degrada el glucógeno en glucosa. De este modo los niveles de glucemia se mantienen estable en sangre. Es un proceso natural y compensatorio que tiene lugar en el interior de las células. Prácticamente cualquier célula puede llevarlo a cabo.
Seguidamente, se realiza la gluconeogénesis, que es la formación de glucosa a partir de otros sustratos de origen no glucídico. Es decir, es cuando las células utilizan cualquier elemento como aminoácidos o grasas para obtener energía. Este se considera un proceso anabólico y sucede a través de la interacción de distintas enzimas y moléculas energéticas.
Lo cierto es que, después de agotado los niveles de glucosa en sangre, el cuerpo tiene reservas necesarias para compensar la deficiencia a través de la formación de nuevas moléculas, al menos por un tiempo que oscila entre las 24 y 36 horas.
Pasado este tiempo, también continúa aportando energía, pero ahora a través de los cuerpos cetónicos.
¿Qué son los cuerpos cetónicos?
La cetogénesis es el proceso, por el cual, se forman los cuerpos cetónicos, moléculas químicas que nacen en el interior del hígado y cuya principal función es reponer energía vital al cerebro, durante un período de ayuno prolongado. Es un proceso natural y bioquímico que utiliza los depósitos grasos del cuerpo para formación de energía.
Se estima que un 75% de las necesidades energéticas del cerebro pueden ser cubiertas por los cuerpos cetónicos, lo cual, supone un proceso compensador durante los periodos de abstinencia alimentaria, de modo que no, el cuerpo nunca queda sin energía.

Estas moléculas químicas son reconocidas por sus increíbles funciones. Por ejemplo, se ha estudiado que los cuerpos cetónicos, ayudan a desinflamar las células y también a eliminar los radicales libres que se liberan durante la glicación proteica.
No obstante, siempre resulta un tema controvertido por los pacientes con diabetes tipo 1, que suelen presentar cetoacidosis diabética. Pero como siempre hemos hablado, el ayuno no solo no es para todas las personas, sino que además, debes hacerlo de forma organizada, programada y con asesoramiento profesional para obtener los resultados que deseas.
¿Entonces el ayuno provoca hipoglucemia?
No, el ayuno no te provoca hipoglucemia, ya que el cuerpo cuenta con las herramientas necesarias para compensar las deficiencias de glucosa. Siempre buscará las rutas metabólicas necesarias para reponer la falta de combustible celular. Esto se conoce como flexibilidad metabólica, esa capacidad de conseguir energía de otras fuentes no alimentarias.
Por eso, durante un periodo de ayuno, nuestro metabolismo se activa, ya que busca la necesidad de poner a trabajar todos los mecanismos que fisiológicamente se encargan de mantener el funcionamiento óptimo de nuestros órganos.
Pero, por supuesto que al principio puede ser un poco complejo. La clave del ayuno es ir progresivamente adaptándose al cambio. Así, nuestro cuerpo ajustará sus descargas hormonales, su producción energética e incluso su consumo energético.
Debemos comenzar con periodos de ayunos cortos e ir extendiéndolos a tolerancia. Para que no le quitemos simplemente de golpe los suministros que el cuerpo está acostumbrado a obtener –aunque no los necesite– y eso ocasione un desequilibrio. De hecho, esa es la razón por la que muchos ayunantes al principio se quejan de sudores, espasmos musculares y cierta fatiga.
¿Puedo practicar ayuno intermitente si soy diabético?
Como mencioné anteriormente, el asunto de los beneficios de la cetogénesis es un tema en discusión en los pacientes diabéticos. Por ello, mi primera recomendación en cualquier paciente con diabetes tipo 1 y tipo 2 es acudir a tu médico antes de empezar con un plan de ayuno.
Luego de cerciorarte que todo esté regulado, ya sea farmacológicamente o a través de una alimentación balanceada y buenos hábitos saludables, es que puedes empezar con planes de ayuno que se ajusten a tu tolerancia. Con un buen control glucémico horario y la ingesta de sus medicamentos no hay razón para no hacerlo.
Ten en consideración que siempre debe ser de forma organizada, programada, por horarios y con una vigilancia estricta. Bajar de peso no es la única razón por la cual muchos pacientes diabéticos tienen interés en realizar ayuno, también, es porque muchos estudios han demostrado sus beneficios de forma integral en cuanto a:
- Regulación de glucemia.
- Producción de insulina.
- Mejor sensibilidad a la insulina.
- Autofagia que favorece las células pancreáticas.
- Depuración celular y eliminación de radicales libres.
En general, todo un palmarés de funciones que todos los pacientes con diabetes pueden disfrutar, siempre y cuando, su médico lo aconseje y asesore en el camino. Porque como hemos demostrado hasta ahora, no existe una relación estrecha entre que el ayuno pueda provoca hipoglucemia. Si sabes organizar tus horas de ayuno de acuerdo a tus funciones fisiológicas no tendrás ningún problema.
¿Qué esperas? ¡Ayunízate!