Existe una larga lista de razones de por qué deberías empezar a hacer ayuno intermitente si aún no lo has hecho. Pero todas ellas se pueden resumir en la premisa de que tu cuerpo te lo va a agradecer. Hay varias teorías acerca de cuál es la forma correcta de cuidar tu organismo, pero ninguna es una verdad absoluta. Cada una funciona a su manera y cada una ofrece beneficios importantes.
Razones del por qué hacer ayuno intermitente
Al hacer ayuno intermitente ayudamos al cuerpo a usar sus propios métodos de regulación para equilibrar el metabolismo. Hay que reconocer que el cuerpo tiene su sistemática para funcionar aún sin nuestra intervención. Parte de mejorar este proceso es disminuir la cantidad de veces que ingerimos comidas.
Si espacias el tiempo entre una comida y otra permites que tu organismo utilice sus reservas energéticas para mantener todas las funciones de los distintos sistemas. Cada órgano obtendrá su porción de energía y oxígeno a través de los cuerpos cetónicos que se emplearán como sustitutos de la glucosa. Esto impedirá además que almacenes grasas innecesarias evitando la formación de tejido adiposo.
- Al ayunar disminuyes la grasa corporal.
- Si ayunas regulas los niveles de colesterol.
- Ayunando influyes en los niveles de insulina segregada.
- Si ayunas disminuye el nivel de glucosa en sangre.
- Ayunar te permite eliminar el estrés oxidativo, lo que mejora todos los procesos bioquímicos de tu metabolismo.
- Si ayunas colaboras con la regeneración celular a través de la hormona de crecimiento, lo que mejora la piel y asegura la longevidad.
Mitos y realidades
Conocer los mitos entorno a este estilo de vida ayuda mucho a alcanzar el éxito de la técnica de alimentación que se usa en el ayuno intermitente. A continuación te dejamos los principales errores.
- El cuerpo necesita de varias comidas al día: Esto no es cierto, no necesitas comer 5 veces al día para ofrecerte a tu organismo los macronutrientes necesarios. Es importante que sepas que ni siquiera necesitas de 3, todo depende de la manera en que balancees la composición de tus comidas. Que incluyas en cada una todos los requerimientos calóricos y nutricionales especiales para ti.
- Hay que comer más para compensar el tiempo de ayuno: Falso. Recuerda que quieres lograr que tu cuerpo utilice sus reservas energéticas. Para ello no necesitas aumentar la cantidad de alimentos, basta con ingerir la porción habitual.
- Si hago ayunos intermitentes puedo comer cualquier cosa: No, los óptimos resultados solo los verás si acompañas esta técnica de alimentación con comida saludable y poco procesada. No se trata de engañar al cuerpo sino de cuidarlo.
Otros mitos y realidades comunes
- Si soy diabético no puedo hacer ayuno intermitente: Error, los diabéticos tipo 2 pueden incluso verse beneficiados del ayuno intermitente, porque gracias al tiempo de restricción los niveles sanguíneos de glucosa bajan en la sangre. A su vez promueve que no se necesite de la constante segregación de insulina.
- Pierdo masa muscular con el ayuno prolongado: Si te fijas en el enunciado puedes comprender el error de tal mito, el ayuno intermitente puedes realizarlo bajo tu propia planificación horaria, lo que no te obliga a pasar más de 24 horas sin alimentación sólida, por lo cual no llegas a un tiempo donde entras en catabolismo.
- No puedo entrenar si hago ayuno intermitente: Muchos entrenadores personales sugieren realizar cardio en ayunas por las mismas razones que funciona el ayuno intermitente, permite quemar grasa y obtener energía saludable. Lejos de ser dañino hace mucho bien. Según la opinión de atletas que lo practican se mantienen en mejor condición física e incluso mental.

Por qué hacer ayuno intermitente y Técnicas para principiantes
Mientras creas el hábito debes adaptarte poco a poco al proceso para no abandonarlo, por ello puede empezar por un régimen de 12/12, es decir 12 horas de ayuno (preferiblemente por la noche) y 12 horas de alimentación saludable. Un ejemplo sería que cenes cerca de las 8 de la noche para que puedas desayunar a las 8 de la mañana.
Seguido puedes cambiarlo por el 16/8, consiste en 16 horas de ayuno acompañadas de una buena hidratación seguida del inicio de la alimentación pasado el mediodía. Es decir, si cenas a las 8 de la noche tu siguiente comida será a las 12 del mediodía.
Cuando logres dominar estas dos técnicas podrás conocer algunos métodos más estrictos como el plan de 18/6 que plantea un ayuno de 18 horas tras una alimentación balanceada de 6 horas. Igualmente puedes jugar con las horas de inicio, si empiezas en la noche podrás terminar a las 2 de la tarde y de ahí arrancar con las comidas de tu día., Siempre apoyándote en agua, infusiones, café o sopas de verduras.
Lo puedes hacer al menos por 3 veces a la semana, alternado con días de reposo o libre de ayuno. Esto te estaría dejando 4 días libres o en los cuales los periodos de ayuno pueden ser más cortos. Recuerda que todo depende de tu adaptación al proceso.
En conclusión
Finalmente los expertos se acostumbran a ayunar durante 24 horas, lo cual no significa que no ingerirás absolutamente nada en todo el día ¡NO! como ya se ha dicho puedes ingerir líquidos como consomé, jugos de verduras o frutas, abundante agua, y preferiblemente todo libre de azúcar. El día siguiente haces reposo e ingieres alimentos sólidos de forma regular, que sean sanos y naturales para que así puedas lograr los resultados que quieres ¡Y mereces!
Todo será más fácil si organizas rigurosamente tus horas de ayuno, tus comidas y tus bebidas sustitutas para mantenerte hidratado. Para ello puedes apoyarte en un asesor o en una app que conseguirás en tu tienda de aplicaciones, hay al menos unan decena que ofrecen planes gratuitos.
Además asegúrate de tomártelo con calma, mantener una buena actitud siempre será de mucha ayuda al igual que mantenerte ocupado para evitar la ansiedad. El ayuno intermitente en un trabajo en equipo donde concilias la disciplina de tu mente con la constancia de tus hábitos saludables.