Hay cientos de mitos sobre el cuerpo de la mujer y su metabolismo. Expertos que rezan saber el funcionamiento idóneo de este género en torno al ayuno y sus “consecuencias”. Sin embargo, no son más que eso, ¡mitos! Aquí te traemos información basada en evidencia que desmiente la premisa de que la mujer no puede hacer ayunos.
¿La mujer no puede hacer ayunos? -¿Qué pasa con el cuerpo de una mujer en el ayuno?
Lejos de lo que dicen, el cuerpo de la mujer parece incluso más apto para el ayuno que el de los hombres. Esto se debe a la gran cantidad de depósitos de grasa que le permiten obtener energía en ausencia de glucosa. Además de esto, el ayuno favorece que se vayan eliminando paulatinamente al ser implementados como combustible. Es decir que este mito de que la mujer no puede hacer ayunos ¡Es falso!
Al igual que pasa con el sexo opuesto, al entrar en ayuno, se activa un proceso de autofágia. Esto, permite que las células se regeneren, que busquen formas alternas de obtener energía para sus funciones. Debes tener en cuenta, que el cuerpo tiene estas capacidades sin ocasionar una injuria en el organismo.
La especie humana desde siempre se ha tenido que enfrentar al ayuno. Desde nuestros antepasados -incluyendo claramente a mujeres- por las condiciones precarias a las que tuvieron que adaptarse para poder evolucionar, y las sociedades modernas por acoplarse a distintas tradiciones o doctrinas, e incluso un poco tal vez solo por las ocupaciones.
La mujer de la prehistoria y la mujer actual responden del mismo modo ante este estimulo. Con mecanismo compensadores que no desequilibran de ningún modo su metabolismo, todo lo opuesto, el ayuno intermitente permite que la mujer mantenga un control metabólico de mayor rigor.
Si alguien te dice que la mujer no puede hacer ayunos ¡Corre! todo cuerpo humano que no esté atravesando por algún cambio, o alguna dificultad que le impida hacer ayunos ¡puede hacerlo!
La mujer no puede hacer ayunos: ¿Cuáles mujeres no deben practicar ayuno intermitente?
Una parte muy importante de considerar es esta, porque si bien el ayuno es una herramienta para la conservación de tu salud y un mecanismo seguro recomendado por muchos profesionales, no es indicado para todas las personas.
¿Pero existen mujeres que no pueden ayunar? si bien dicen que la mujer no puede hacer ayunos, puede que se refieran a un caso en particular. Sin embargo, debes comprender que aún no siendo el caso, la utilidad del ayuno debe ser personalizada dependiendo del perfil de cada persona.
Mira quienes NO es aconsejable que hagan ayuno
Durante el embarazo la mujer está -por decirlo de algún modo- en una fase de desgaste orgánico porque está creando una vida a partir de la suya. Esto quiere decir que está redirigiendo parte de su energía hacia aquel proceso, y por ende sus demandas metabólicas son superiores.
Igualmente durante la lactancia, el aumento de los requerimientos calóricos aumentan significativamente. Esto, debido a que la mujer no solo está traspasando sus nutrientes al bebé sino además sufriendo un proceso de involución y regresión uterina en el cual sus niveles hormonales están afectados.
Si le sumas a ello el proceso de depuración que ocurre durante el ayuno, su organismo puede rozar los limites. Lo que quiere decir, que si te alguien te dice que la mujer no puede hacer ayunos, es porque debes estar pasando por estos cambios.
En ambos casos, tanto el embarazo como durante la lactancia, la mujer no puede hacer ayunos, o no es lo recomendable.

Otras condiciones que pueden influir o tener un impacto en la mujer que hace ayuno intermitente, es su estado de salud. Esto pasa con ambos sexos y no solo con la mujer. El ayuno no es recomendado en personas que padezcan alguna enfermedad o estado de salud precario.
El proceso de enfermedad demanda mucho del organismo, la recuperación, el proceso de cicatrización o fallo de algún órgano o sistema puede descompensar los requerimientos nutricionales de una persona, haciendo que entre en un estado de catabolismo, algo que no se espera ni desea con el ayuno intermitente.
Entonces, personas que padezcan anemia, desnutrición, cáncer, entre otras patologías deberían evitar implementar esta técnica. Solo de esta manera y las anteriores nombradas es que la mujer no puede hacer ayunos.
Protocolo seguro para las mujeres que desean practicar ayuno intermitente
Para empezar el ayuno intermitente debes ser capaz de concienciar a tu cuerpo sobre el cambio que está por afrontar. De modo, que no expongas bruscamente tu organismo al cambio horario de ingesta alimentaria. Ahora bien, la mejor parte del ayuno, es que no vas a comer menos, sino que comerás lo mismo en un tiempo determinado que es más breve que el usual.
Lo aconsejable es que empieces con periodos de ayuno cortos, con los cuales te adaptes progresivamente al espaciado de horas entre una comida y otra. Puedes empezar con 10 horas como mínimo, al menos durante 2 semanas antes de pasar a las 16 o 18 horas. Otras dos semanas más tarde puedes experimentar con algunos regímenes más largo de ayuno intermitente.
¿Que pasa después?
Después de la sensibilización de tu cuerpo, tu sistema digestivo y todos tus órganos adaptados al nuevo patrón de alimentación, serás capaz de asumir retos cada vez mayores. Como por ejemplo, los ayunos largos de 3 u 8 días. ¿Cuál es la clave para estos ayunos más largos? Sustituir correctamente la ausencia de alimentos sólidos por abundante líquido.
Esto permite que puedas asimilar mejor la falta de comida durante largos periodos. Mayormente para combatir la ansiedad, es bueno que suministres abundante agua o bebidas basadas en agua.
Por ejemplo, zumos de verduras con fruta, sin edulcorantes. Infusiones de especias, aguas saborizadas con frutas como limón, naranja, eucalipto, caldo de verduras o café. El aporte debe ser constante y proporcional a las horas de ayuno.
Es importante que sepas, que es recomendable que atravieses un periodo de preparación pre y post ayuno, en cuyos días mantengas una alimentación basada en plantas que es fácil de digerir y te prepara con su aporte vitamínico y mineral para los días de ayuno. Posterior al ayuno pasa igual, esta alimentación es más fácil para el sistema digestivo que ha estado en reposo y cuyo tránsito se reanuda.

Conclusión
Como has podido ver no hay nada que en un correcto estado de salud impida a una mujer a realizar ayuno intermitente, no hay nada en el organismo de este género que no se compense del mismo modo que el del género opuesto. Es decir, que hemos desmentido que la mujer no puede hacer ayunos.
Toda la especie humana cuenta con la misma capacidad de afrontar y resistir un periodo de ayuno. Y asimismo, todos son capaces de recibir los mismos beneficios integrales en su salud como control metabólico, reposo digestivo, disminución de niveles de colesterol, quema de grasa localizada, siempre y cuando no estén atravesando un reto mayor de salud.