La obesidad es un estado patológico que afecta todos los sistemas del cuerpo. La misma, es la causante principal de un gran número de enfermedades subyacentes. Como por ejemplo, la diabetes, el síndrome metabólico, disfunción sexual y muchas otras que condicionan la calidad de vida. Estas son las consecuencias de los desbalances orgánicos y ambientales, principales factores que promueven la obesidad.
Debido a esto se han venido realizando estudios científicos que expliquen cuáles factores promueven la obesidad. De igual manera, se estudia cómo estos afectan la vitalidad y bienestar del organismo.

¿Sabías que hay causas genéticas y causas ambientales que promueven el padecimiento de la obesidad?
Científicamente son llamados factores genéticos y factores epigenéticos. Para que lo comprendas mejor, los conocemos como ¡estilo de vida! También, tipo de alimentación, herencia familiar y algunos determinantes socioeconómicos.
Todos ellos contribuyen a un desbalance negativo en el metabolismo de lípidos. Puede que sea por un excesivo aporte, por una deficiente utilidad, por un metabolismo lento o por el estado de inflamación crónica.
Existen otros elementos cruciales. Por ejemplo, una glicemia muy elevada. Esta genera una alta producción de insulina y una posterior resistencia a su captación por perjuicios generados por la obesidad en las células.
La obesidad desencadena un estado inflamatorio crónico de bajo grado. Esto, debido a la inducción de células proinflamatorias alrededor de los adipocitos. Estas citosinas forman estructuras alrededor de las células grasas cuando son activadas por metabólicos, como lo son, la hiperglicemia o la hiperlipidemia.
Esta parainflamación ocasionada por el sistema inmune y por la obesidad, constituye un factor de riesgo importante para el padecimiento de Diabetes Mellitus tipo 2.
Pero ¿Cómo se ha logrado determinar que ocasione una patología de tal magnitud? Existen diversos estudios citológicos que revelan que las células proinflamatorias liberadas por los macrófagos. Estos circundan los adipocitos, que compiten por la captación celular de la insulina.
Además, todo este torrente de citoquinas también aumenta el estrés oxidativo. El resultado de toda esta injuria es el desarrollo de distintas enfermedades endocrinas, metabólicas, cardiovasculares y degenerativas.
Como se ha dicho, la obesidad tiene toda una carga genética que ocasiona algunas deficiencias hormonales y nutricionales. De hecho, se comprobó que los pacientes obesos son resistentes a la leptina. La leptina es una hormona que suprime la ingesta calórica, disminuye el gasto energético y permite perder peso.
¿Cómo te afecta la obesidad y por qué es importante detenerla?
La obesidad es el principio de muchos males, de muchas enfermedades que pueden ser mortales, como por ejemplo, de las enfermedades cardíacas de origen ateroesclerótico.
La obesidad es la causante de todos los desequilibrios de los lípidos en el organismo, proceso conocido como dislipidemia.

Aquí vemos como las células grasas se encuentran anormalmente elevadas mientras sus transportadores celulares se encuentran disminuidos. Esto ocasiona que las partículas grasas se adhieran a las paredes arteriales del cuerpo. Por lo tanto, causa la aterosclerosis y posteriormente la estrechez de la luz vascular.
Es por eso también, que la obesidad tiene un alto porcentaje de afectación en la funcionalidad sexual de las personas. Los pacientes obesos suelen manifestar muchos problemas para desenvolverse en este aspecto de la vida. Los mismo, presentan desde una disminución del líbido, hasta infertilidad, desordenes menstruales, abortos, embarazos pretérminos, disfunción eréctil y muchas más.
Además de la alteración directa de las hormonas sexuales tanto masculinas como femeninas que generan hipogonadismo, síndrome de ovario poliquísticos y anovulación.
En cuanto a la deficiencia nutricional la obesidad disminuye o bloquea la captación de específicos nutrientes necesarios para el metabolismo. Esto quiere decir, que los pacientes obesos suelen tener una gran ingesta nutricional pero pobre en elementos saludables. Por esta razón no obtienen de sus dietas los micronutrientes necesarios generando deficiencias de vitaminas como la vitamina D, A, C y E.
No queda duda de que la obesidad es factor de riesgo que hay que tomar muy en serio.
¿cómo se puede evitar?
Además de cómo se puede evitar la inflamación crónica y la resistencia a la insulina: es fácil, con ayuno intermitente.
El ayuno intermitente ha demostrado facilitar la movilización de las grasas en el cuerpo. Esta genera una flexibilidad metabólica que promueve la utilización de las grasas como fuente de energía. Esto significa, que todos los depósitos de grasas son quemados para poder obtener combustible para los procesos endógenos.
Además el ayuno intermitente facilita la desinflamación celular que bloquea la captación saludable de insulina. Quiere decir que disminuye la resistencia a la insulina que puede generar Diabetes Mellitus tipo 2 o empeorar la Diabetes Mellitus tipo 1. Asimismo, al desinflamar las células todo el estrés oxidativo se ve reducido y la liberación de citoquinas o células proinflamatorias se detiene.
El ayuno intermitente también actúa sobre los niveles de glucosa en sangre bajándolos a niveles muy saludables que no inducen la segregación de insulina. Ya sabemos que un estado permanente de producción de insulina afecta todos los sistemas del organismo.
¿Que pasa con el ayuno intermitente?
Con el ayuno generas que las células que se encuentran en reposo, desinflamadas y depuradas capten mejor todos los nutrientes de los alimentos. Esto permite que los asimilen y los almacenen absorbiendo todas las propiedades necesarias para la producción de aminoácidos y proteínas.

Frente a los pacientes con obesidad el plan de ayuno intermitente es implementado como una alternativa terapéutica efectiva. Se ha demostrado que los pacientes disminuyen su talla, mejoran sus niveles de glicemia. Con el ayuno también adquieren estilos de vida más saludable e incluso una alimentación más natural que potencia todos los resultados.
Si has estado intentando combatir la obesidad y no has logrado obtener los resultados necesarios, es momento de que apliques estrategias distintas. Es decir, cambiar los métodos pero no la meta. Para ello te sugerimos que busques ayuda profesional para iniciar tu protocolo de ayuno intermitente.
Una vida más activa, una alimentación más saludable y una mentalidad más consciente son el tratamiento principal para reducir los factores que promueven la obesidad. Combate este enemigo para aumentar tu salud y tu bienestar. ¡Tienes el control en tus manos!