Ahora, es cada vez más común que escuches o leas sobre los probióticos o prebióticos, pues hay mucha información sobre ellos, pero también mucha confusión. ¿Solo sirven cuando tienes diarrea? ¿Cuándo deben tomarse? ¿Cómo tomar probióticos? Todo esto y más te lo explicaremos a continuación.
Cuando hablamos de probióticos, nos referimos a alimentos o suplementos que contienen microrganismos esenciales para favorecer tu sistema digestivo y salud general. Estos van a contribuir a que tengas la cantidad óptima de bacterias necesarias para tener una buena salud.
Los probióticos actúan en la flora intestinal y debido a su composición causan que haya un balance microbiano en la microbiota de tu aparato digestivo. Esto es importante porque la flora intestinal es un conjunto de microorganismos o bacterias que desempeñan 3 funciones principales: protectora, inmunológica y nutricional.
Para qué sirven los probióticos
Varias de las enfermedades que puedes padecer tienen su origen en el intestino, las cuales son causadas por un desequilibrio en la flora intestinal. Al tomar probióticos ayudarás a que tu intestino digiera los alimentos, mejore su absorción de calcio y mantengas un buen tránsito intestinal.
Posiblemente los efectos que más se han estudiado son los de estos microorganismos sobre problemas digestivos como la diarrea, así como su efectividad cuando los tomas en épocas en las que te hayas sometido a un tratamiento de antibióticos.
¡Es necesario que te expliquemos algo sobre los antibióticos! A pesar de que te pueden ayudar para curar enfermedades gracias a su capacidad de matar bacterias, también pueden acabar con las bacterias que tienen funciones importantes en el organismo. Los antibióticos no pueden identificar cuáles son las “buenas” o “malas”.
Otros beneficios o funciones que tienen los probióticos son:
- Algunos probióticos mejoran el sistema inmunitario, así que pueden ser beneficiosos para cuando tengas enfermedades infecciosas, gripe o resfriados.
- Promueven la regeneración de la flora intestinal.
- Mantienen una permeabilidad intestinal adecuada.
- Favorecen la absorción de calcio.
- Desplazan a las bacterias nocivas y evitan su proliferación.
- Colaboran en la formación de nutrientes esenciales.
- Reducen la dermatitis atópica en los lactantes alérgicos.
- Estimulan la formación de ácido láctico.
- Fortalecen el sistema inmunológico al aumentar la producción de macrófagos (células de defensa).
- Mantienen la integridad de la mucosa intestinal.
- Alivian el síndrome del intestino irritable, constipación, entre otros.
Hay diversos estudios que han demostrado que hay mucha relación entre el estado de la flora intestinal con la salud general y que algunas enfermedades autoinmunes pueden tener una base de daño intestinal. Por ejemplo, la colitis ulcerosa, soriasis, tiroiditis de Hashimoto, enfermedad de Crohn y una activación de respuestas alergénicas.
Los probióticos también sirven para la producción de los ácidos grasos de cadena corta, es decir, estas bacterias pueden producir ciertas sustancias que pasan al torrente sanguíneo y tu cuerpo las puede usar como energía. Asimismo, pueden fabricar vitaminas del grupo B o la vitamina K.

¿Dónde se encuentran los probióticos?
Hay una cantidad considerable de probióticos en el mercado, siendo una de las alternativas consumirlos mediante alimentos o reforzarlos ingiriendo suplementos:
Alimentos probióticos
Se encuentran en los alimentos fermentados, es decir, los lácteos como el yogurt y quesos –a los que se les haya agregado cultivos vivos de Bifidobacterium y Lactobacillus.
A estos probióticos que encuentras en los alimentos se les conoce como probióticos naturales, ya que no son fabricados como sucede con los suplementos y donde se agregan otros componentes para terminar de formar la capsula o polvo.
Algunos otros alimentos ricos en probióticos son el kéfir, kombucha y la preparación de pepinillos fermentados en agua y sal. Asimismo, productos a base de soja fermentada como el miso, kimchi o tempeh, chucrut (col fermentada) o la levadura natural.
Suplementos
Vienen en varias presentaciones como cápsulas, líquidos o en polvo que pueden ser diluidos en agua o jugos naturales. Entre los suplementos puedes encontrar productos que tienen entre 2 a 10 billones de diferentes microorganismos, por lo que esto también influirá en cuál de ellos deberías adquirir.
Algunos de los probióticos más importantes según sus funcionen son:
- El Bifidobacterium animalis: facilita la digestión al combatir bacterias ingeridas en comida contaminada y ayuda a fortalecer el sistema inmune.
- Bifidobacterium bifidum: ayuda a digerir los productos lácteos.
- El Bifidobacterium breve: combaten las infecciones por bacterias y hongos en el intestino y tracto vaginal.
- Bifidobacterium longum: ayuda a eliminar toxinas del organismo.
- Lactobacillus acidophilus: ayuda en la absorción de nutrientes, a combatir infecciones y a facilitar la digestión.
- El Lactobacillus reuteri: son importantes contra la infección por helicobacter pylori.
- Lactobacillus rhamnosus: combate la diarrea y ayuda a tratar el acné, eccema y la cándida.
- El Lactobacillus fermemtum: neutraliza toxinas liberadas en la digestión y mejora el ambiente para la regeneración de la flora intestinal.
- Saccharomyces boulardii: sirve para tratar la diarrea del viajero o por antibióticos.
4 tips para escoger el mejor probiótico
Ya te mencionamos un poco sobre algunos alimentos donde puedes encontrar microorganismos esenciales para tu salud, pero ahora te vamos a comentar ciertos consejos para escoger un suplemento probiótico de entre la gran cantidad de opciones que hay en el mercado.
1. Fíjate en el etiquetado del suplemento
En el envase verás el etiquetado del producto y debes fijarte especialmente donde se lee “UFC” o Unidad Formadora de Colonias. Cuanta mayor diversidad de probióticos o bacterias tenga el suplemento, mejor será. Esto va a lograr más rápido que la flora intestinal vuelva a ser saludable.
Lo recomendable es que en la etiqueta del producto leas que tiene entre 1×10 elevado a 8 o 1×10 elevado a 9, porque si hay menos que esta cantidad de bacterias no son eficientes.
2. Tipo de probiótico
Si ya te has hecho analíticas y sabes cuál es la bacteria que está causando el problema, entonces puedes buscar un probiótico personalizado. Tendrás que fijarte en qué tipo de bacterias posee y si te servirá para el problema a tratar. Si no lo sabes, entonces puedes buscar uno de amplio espectro y que tiene varias familias de bacterias.
3. Debe ser resistente
Para que los probióticos puedan realizar su función correctamente necesitan ser capaces de resistir las condiciones que hay en el aparato digestivo, es decir, la acidez gástrica, secreción pancreática, cambios de pH e incluso el efecto microbiocida de la saliva.
Los probióticos de cuarta generación tienen la capacidad de llegar hasta tu intestino con toda la capacidad de ejercer la función para lo cual son ingeridos. Normalmente, son estos los que tienen un recubrimiento que los protege del ácido estomacal o que son resistentes al pH estomacal.
4. Revisa los excipientes
Los excipientes son sustancias que son añadidas al producto durante su fabricación para formar el suplemento. Algunos de estos pueden ser lactosa, sacarosa, gluten u otra sustancia que puede ser contraproducente si tienes intolerancias alimentarias.
Una vez que ya tienes el probiótico, es necesario que sigas las indicaciones de cómo tomarlo. Generalmente en cada producto estará la indicación de cuántas dosis tomar.
¿Cómo tomar probióticos?
Hay ciertas pautas que debes tomar en cuenta al momento de tomar los probióticos. En vista de que los suplementos vienen en diferentes presentaciones, su forma de tomarlos puede cambiar.
- Cápsulas: lo recomendable es tomarlo en ayunas o durante la comida.
- En polvo: disuelve en agua el polvo durante unos 15 minutos para que las cepas o microorganismos se activen. Si piensas tomarlo por la mañana, puedes dejarlo en agua durante toda la noche.
Luego de la ingesta del probiótico, lo mejor es que tengas una dieta rica en fibra fermentable, es decir, alimentos prebióticos. ¿Probióticos y prebióticos son lo mismo? No, no lo son, y aprovecharemos para explicarte por qué son necesarios estos alimentos.
Los prebióticos son fibras que se encuentran en muchas frutas y verduras y que sirven de alimento para los probióticos, así que puedes verlos como alimento para tu flora intestinal y que favorecen su proliferación y supervivencia en el intestino.
Algunos de los alimentos prebióticos son la cebolla, plátano verde, ajo, avena, biomasa de plátano verde, granos integrales, hortalizas de hoja verde, soja y alcachofas.

¿Cuándo tomar probióticos?
Esta pregunta tiene relación a una duda que puedes tener: “¿hay que usarlos siempre?”. A continuación te vamos a mencionar las ocasiones más recomendables para tomarlos:
- Cuando estés tomando antibióticos, sobre todo cuando estén asociados a la diarrea. Toma en los próximos 2 meses un probiótico de amplio espectro para tratar los daños que haya causado el antibiótico.
- Cuando tienes problemas digestivos, permeabilidad intestinal o malestares después de comer.
- Si has tenido un parto por cesárea.
- En épocas de lactancia.
- Cuando hay alteraciones en el sistema inmune, sean problemas respiratorios o problemas en la piel.
- Si estás bajo tratamiento de antibióticos, ¡nunca los tomes al mismo tiempo! Procura tomar los probióticos con 2 o 4 horas de diferencia.
Con respecto al tiempo en que debes tomarlos, hay ciertos probióticos que tienen indicaciones más específicas como no tomarlos con alimentos muy fríos ni muy calientes, otros indicarán que deben tomarse 30 minutos antes de la comida o durante ella. Por esto es importante que leas la etiqueta del producto o sigas las indicaciones del médico.
Probióticos en niños
En cuanto a los probióticos para niños, deberían tomarlos en los casos de diarrea, cólicos intestinales o condiciones específicas, ya que todavía no hay suficiente evidencia científica de que deberían tomarlos como suplemento diario. Lo ideal es que consultes a un pediatra para que te indique cuál sería el más adecuado.
Una alternativa a esto es que incluyas en su dieta algunos de los alimentos probióticos que te mencionamos al inicio y otros alimentos prebióticos para mantener estas bacterias en buen estado.
Ahora sabes la importancia de los probióticos y la diferencia que tienen con los prebióticos, así como cuándo y cómo tomarlos. Toma en cuenta lo que has leído aquí y cuida de tu salud intestinal y general al mantener una flora bacteriana equilibrada.