¿Sabías que existe en nuestro cuerpo una flora intestinal buena, y que además esta se encarga de protegernos y mantener alerta al sistema inmune? Así es, en distintos sistemas como el digestivo y el urinario contamos con una flora bacteriana “comensal” que se encarga de diversas tareas para el beneficio de nuestra salud. Por eso, un desbalance en su conformación supone una alteración del sistema. Siga leyendo y conoce más acerca de la disbiosis intestinal.
Debes saber que, es un problema que puede acarrear consecuencias más allá del mismo órgano que ocupe. En el caso del sistema digestivo, este desequilibrio es conocido como disbiosis intestinal y es capaz de ocasionar distintas enfermedades agudas y crónicas. ¡Conozcamos más a continuación!
¿Qué es la disbosis intestinal?
El término disbiosis se componen de dos palabras que encierran mucho significado. La primera es el prefijo «Dis» en medicina expresa “malo o alterado” y «Biosis» que significa “vivir”. Entonces, podemos entenderlo como “vida alterada” o simplemente desequilibrio de la vida.
Cuando hablamos de disbiosis intestinal, hacemos referencia a la alteración de la flora intestinal que habita este órgano. Nosotros en nuestro interior contamos con bacterias y hongos que se encargan de mantener el pH de nuestras células. Asimismo, en aportar o ayudar en la síntesis de diferentes sustratos, y en ocasiones esta microbiota es adulterada por algunos factores externos o internos.
Al suceder esta transformación en nuestra microbiota perdemos resistencias a algunas infecciones. Lo que es peor aún creamos un ambiente capaz de instaurar otras enfermedades más complejas en otros órganos y sistemas.
Si necesitas ayuda de nutricionistas profesionales ¡Entra ahora! Nuestros expertos en nutrición y ayuno, te ayudarán a llevar a cabo una dieta para cuidar tu flora intestinal.

¿Por qué sucede la disbiosis intestinal?
La microbiota comensal puede verse afectada por diferentes factores, ya sean patológicos o alimentarios. A continuación, vamos a explicar los más frecuentes:
Uso indiscriminado de antibióticos
Como sabemos, los antibióticos tienen la capacidad de erradicar algunas bacterias patógenas, pero así también, pueden hacerlo con la microbiota comensal. Lo que altera el equilibrio normal de nuestros órganos y vulnera la protección del sistema inmune y todos sus elementos.
Cuando perdemos esta primera barrera de protección compuesta por la flora intestinal, nuestra mucosa se vuelve permeable. Entonces elementos infecciosos pueden viajar por el torrente sanguíneo y alojarse en otros sistemas más delicados como el cardíaco o el sistema nervioso.
Pero no solo es la capacidad de generar una infección subyacente, sino también de crear resistencia a las bacterias patógenas al disminuir la capacidad protectora de la microbiota comensal. Mi consejo es que siempre que debas usar antibióticos, sigas las indicaciones de un doctor en cuanto a la cantidad en dosis y días.
Dieta rica en alimentos procesados
El exceso de carbohidratos, harinas, azucares refinados, aditivos, conservantes y otros elementos químicos, son capaces de alterar la composición de la flora bacteriana. Algo sumamente complejo porque la microbiota intestinal se encarga de asimilar algunos nutrientes de los alimentos. Como también interviene en la formación de sustratos indispensables para el cuerpo como la vitamina K.
Los niños al nacer no cuenta con esta microbiota comensal, es algo que progresivamente se va desarrollando. Por eso es de suma importancia la calidad de los alimentos que ingieren ya que son más propensos a infecciones.
Tóxicos ambientales
Las toxinas que se desprenden de algunos compuestos químicos como los xenoestrógenos presentes en los insecticidas y preservantes alimentarios, como también, los metales pesados como el mercurio, el plomo o el níquel, son causantes de disbiosis intestinal. Al alterar la composición de la microbiota por la intoxicación que ocasionan que es capaz de atravesar la mucosa del intestino.
Los efectos adversos de estos elementos están siendo estudiados aún. En vista de la alta utilización de las industrias agrícolas y químicas para el desarrollo acelerado de algunos elementos o la conservación de los mismos.
Estrés
Como he dicho en otras ocasiones, el estrés es un enemigo para el cuerpo. Cuando estamos estresados, tanto física como mentalmente, estamos segregando elementos inflamatorios que crean un ambiente hostil. Dicho ambiente, promueve la permeabilidad de las mucosas y la alteración de la microbiota, induciendo infecciones, enfermedades inmunes y metabólicas.

¿Qué enfermedades produce la disbiosis intestinal?
La disbiosis es una condición que promueve la aparición de distintas enfermedades. Lo peor es que incluso pueden llegar a volverse crónicas de no restaurar la microbiota intestinal precozmente. Entre las enfermedades más frecuente podemos mencionar:
- Enfermedades digestivas inflamatorias.
- Infecciones intestinales.
- Intolerancias alimentarias.
- Diabetes.
- Resistencia a la insulina.
- Anemia.
- Hipovitaminosis.
- Obesidad.
- Cáncer.
- Enfermedades autoinmunes.
- Enfermedades dérmicas.
- Ansiedad.
- Depresión.
¡Es tan variado el catálogo de enfermedades que sin duda hay que evitar o resolver inmediatamente la disbiosis intestinal!
¿Cómo diagnosticar la disbiosis intestinal?
Los síntomas más básicos que te ayudarán a identificar la disbiosis intestinal son:
- Inflamación abdominal.
- Flatulencias.
- Cólicos.
- Estreñimiento o diarrea.
- Presencia de mucosidad o sangre en las heces.
- Alteración del sueño.
Sin embargo, la prueba confirmatoria de esta condición es una analítica de heces o coproanálisis, donde se ve las colonias bacterianas y fúngicas que posees. En dependencia de la cantidad y presencia de algunos microbios es que se dictamina la disbiosis intestinal.
Si sientes algunos de estos síntomas con frecuencia debes acudir con tu médico para confirmar la alteración microbiológica de tu organismo y contraatacar rápidamente.
¿Cómo puedo evitar la disbiosis intestinal?
Para evitar la alteración de la microbiota intestinal debes considerar:
- Incluir más fibras a tus comidas.
- Tomar suficiente agua.
- No automedicarte antibióticos así la infección no sea intestinal.
- Elegir alimentos más naturales.
- Tener reposos digestivo por algunas horas con un plan de ayuno intermitente.
- Manejar el estrés con terapias de relajación.
- Comer yogurt natural.
Con estas simples claves podrás reducir el riesgo de alterar tu microbiota intestinal. Recuerda que el cuerpo debe mantener su equilibrio natural para funcionar de manera óptima.