A nivel mundial, la hipoclorhidria es una enfermedad conocida pero poco diagnosticada, ya que los pacientes no detectan los síntomas o generalmente son consecuencias de otras enfermedades. Algunas de ellas, pueden ser la gastritis, cirugías estomacales, estrés o incluso la edad avanzada. ¡Descubre cómo se detecta y si sospechas de que sufres de hipoclorhidria aprende cómo mejorar tu salud!
El ácido clorhídrico presente en el estómago, se encarga de prevenir el sobrecrecimiento de microorganismos dañinos. Además, es uno de los responsables de la digestión de las proteínas en la dieta.
Si no son aprovechados por completo todos los nutrientes o los alimentos no son degradados correctamente, el intestino queda más expuesto a microorganismos y es cuando aparecen las alergias alimentarias y los demás síntomas.
¿Qué es la hipoclorhidria?
La hipoclorhidria, o también denominada Aclorhidria, es un trastorno clínico que se caracteriza por la baja producción del ácido gástrico del estómago debido a varios factores internos o externos. Las personas que padecen esta enfermedad tienen síntomas predominantemente gastrointestinales.
Aunque parezca un trastorno sin importancia, al no haber la producción de ácido gástrico adecuado, los nutrientes y componentes de los alimentos –como es el caso de la vitamina B1– no son absorbidos adecuadamente. Esto causa síntomas tanto nutricionales como óseos que deben ser tratados como prioridad.

¿Qué causa la hipoclorhidria?
Algunos factores predisponen la aparición y sospecha de la hipoclorhidria, tal es el caso de la edad, siendo esto más frecuente en personas de edad avanzada. También hay ciertas enfermedades que aumentan el riesgo de aparición de esta patología; entre las causas más frecuentes se encuentran:
Edad
El estómago puede producir menos ácido como resultado del envejecimiento. Según una revisión de 2013, la hipoclorhidria es el principal cambio en el estómago de los adultos mayores. Las personas mayores de 65 años son las que tienen el riesgo más alto.
Estrés
El estrés afecta en distintas formas y la hipoclorhidria no escapa de este factor desencadenante, incluso se cree que es una de las causas más frecuentes de este trastorno. También contribuye a la aparición de la gastritis, la cual, representa una causa muy frecuente de hipoclorhidria.
Medicamentos
El uso durante tiempo prolongado de antiácidos, protectores gástricos u otros medicamentos para el reflujo gástrico o la acidez estomacal pueden contribuir a la disminución de la producción de ácido en tu estómago.
Infección bacteriana
Aproximadamente entre el 50% y el 60% de las personas a nivel mundial padecen de una bacteria llamada Helicobacter pylori (H. pylori). Se ha comprobado que la presencia de esta bacteria puede contribuir a niveles más bajos de ácido estomacal y de úlceras gástricas.
Deficiencia de zinc
El zinc es un elemento necesario para que se produzca ácido estomacal. Las personas que sufren del déficit de este mineral tienen predisposición a la hipoclorhidria.
Cirugía estomacal
Algunos procedimientos quirúrgicos como los realizados en el abdomen pueden reducir la cantidad de ácido que produce tu estómago. Por ejemplo, la cirugía de derivación gástrica o procedimientos como laparoscopias.
Síntomas de la hipoclorhidria
La mayoría de los síntomas de la hipoclorhidria son digestivos, es importante que sepas identificarlos fácilmente para que puedas buscar ayuda de un profesional y que sepas como detectar a tiempo.
Las personas con hipoclorhidria también sufren de infecciones gastrointestinales, así como también presentan problemas nutricionales. Otros de los síntomas habituales de esta enfermedad son:
- Hinchazón.
- Eructo.
- Diarrea.
- Gases.
- Pérdida de cabello o cabello quebradizo.
- Acidez.
- Infecciones intestinales como helicobacter pylori.
- Náuseas o vómitos después de comer.
- Deficiencias de nutrientes, incluidas las deficiencias en hierro y vitamina B-1.
- Anemias.
- Dolor de estómago.
- Uñas débiles o quebradizas.
- Úlceras.
Además de los síntomas gastrointestinales, es frecuente que las personas con sospecha de hipoclorhidria presenten síntomas de piel o síntomas alérgicos. Tendrás que buscar ayuda profesional si presentas algunos de los síntomas anteriores acompañados de alergias, estos síntomas pueden ser:
- Alergias.
- Anemia por deficiencia de vitamina B1.
- Asma bronquial.
- Trastornos autoinmunes.
- Problemas de la piel, como eccemas, acné y soriasis.
¿Cómo aumentar el ácido clorhídrico?
Una alimentación sana y equilibrada es la que debe existir para una correcta producción de ácido gástrico, además, te recomendamos el consumo de alimentos amargos porque ayudan a la estimulación de ácidos en el estómago. Puedes alimentarte con alimentos como:
- Vinagre de manzana con la ensalada.
- El hinojo.
- Genciana.
- Jengibre.
- Diente de león.
- Comino.
- Alcachofa.
- Cardo.
- Menta.
- Lúpulo con la comida o infusión.
- Zumo de limón antes de cada comida.
También, es recomendable que consumas regularmente alimentos protectores de la mucosa gástrica, así como probióticos que te ayudarán a reconstituir la flora intestinal. Entre estos se encuentran la cúrcuma, aloe vera o regaliz, yogur y el miso.

¿Cómo tratar la hipoclorhidria?
Para poder tratar esta enfermedad, es importante que determines cuál es la causa de la misma. Además, otras cosa importante es como detectar la hipoclorhidria. Pueden ser enfermedades infecciosas o el uso de medicamentos. En el primer caso, puede ser la infección por helicobacter pylori en la que es recomendable el uso de antibióticos.
En el segundo caso –por el uso de medicamentos–, debes evaluar por cuánto tiempo los has estado tomando.
Obviamente, hay algunos factores modificables y tratables como el estrés cotidiano, por lo que te recomendamos tratar de canalizarlo para que el ácido gástrico se produzca con normalidad.
Otras causas no modificables son la edad avanzada y el caso de cirugías de estómago. Para estos casos los médicos te van a indicar sustancias como glutamina y la enzima pepsina, las cuales ayudan a la producción del ácido gástrico.
Complicaciones de la hipoclorhidria
- Intestinos y estomago más expuestos a infecciones.
- Menor protección frente a intolerancias, como la proteína de la leche de vaca.
- Alergias alimentarias.
- Digestión deteriorada de proteínas.
- Aumento de enfermedades auto inmunitarias.
- Aumento de riesgo de osteoporosis y aumento de fracturas óseas.
- Alteración de la absorción de la vitamina B12, hierro y magnesio.
- Déficit de vitamina B12.
- Anemia ferropénica (por el déficit de hierro).
- Desnutrición.
No debes olvidar que aunque te alimentes con comida de la mejor calidad, si tienes sospecha o sufres de hipoclorhidria tu cuerpo no absorberá los nutrientes ni las vitaminas necesarias. Así pues, busca ayuda profesional si presentas algunos de los síntomas antes descritos.