Cuando te dicen que tienes helicobacter pylori tal vez te asustas, porque te imaginas un parásito o bacteria que crece cada vez más en tu estómago. Sin embargo, es una infección que puedes tratar con varios antibióticos para que la condición de tu intestino vuelva a la normalidad.
Hay muchos niños y adultos que contraen helicobacter pylori, pero no presentan síntomas, mientras que en otros casos los síntomas pueden variar de intensidad. Más adelante te vamos a comentar sobre qué es esta bacteria, las consecuencias que puede tener y cómo vencerlo.
¿Qué es el helicobacter pylori?
Esta bacteria ha estado conviviendo con el ser humano en el epitelio gástrico desde hace muchos años y cumple sus funciones necesarias, además, sigue siendo la bacteria más importante conocida del estómago humano.
El helicobacter degrada la mucosa que reviste el estómago pero al hacer esto genera una sustancia que ayuda a alimentar las células que producen ácido clorhídrico. Este a su vez, ayuda a mantener controlada la bacteria H. pylori y es un proceso que ayuda a regenerar. Sin embargo, presenta problemas cuando empieza a crecer.
Cuando el helicobacter crece empieza a degradar en exceso las paredes del estómago y produce la inflamación que debilita la mucosa del sistema digestivo.
La infección o el crecimiento de esta bacteria suceden mayormente por la falta de ácido clorhídrico, ya que este acido del estómago es el que la mantiene controlada. Por consiguiente, cuando hay falta de ácido por uso de protectores gástricos, hipoclorhidria, estrés o alimentos, la bacteria crece.
Las características del Helicobacter pylori, son que tiene una forma de espiral y filamentos móviles (flagelos) en uno de sus extremos, lo que usa para trasladarse y aferrarse a la mucosa que cubre el estómago. Además, es capaz de producir amoniaco para protegerse de la acidez de los jugos gástricos.

Helicobacter pylori y las gastritis
A pesar de que en los años 70s y 80s ya se habían hecho experimentos que demostraban que esta bacteria era una de las principales causas de la gastritis crónica o úlceras gástricas, no fue hasta los 90s que la comunidad médica reconoció este hecho, ya que se confirmó que la bacteria puede sobrevivir a los ácidos gástricos del estómago.
Causas de los valores positivos en helicobacter pylori
El riesgo a contraer esta infección es más alto cuando las personas viven en hacinamiento o condiciones insalubres, sin acceso a agua potable o que convivan con personas que ya padezcan la infección.
La bacteria puede transmitirse de una persona a otra por contacto directo con materia fecal, saliva o vómito, además de alimentos o agua contaminados. Igualmente puede pasar cuando tocas un objeto contaminado como una toalla y luego te llevas las manos a la boca.
La infección mayormente se produce durante la infancia pero también se presenta en la edad adulta, así como los que residen en residencias de ancianos u otros recintos donde el contacto cercano es habitual.
Síntomas del helicobacter pylori
Según la FEAD, solo hasta un 25% de las personas infectadas por la bacteria presentan síntomas, los demás pueden convivir con ella sin notarla.
Cuando causa una ulcera, los síntomas son variados y a veces ni siquiera son notorios. Entre las dolencias que se presentan están el dolor de estómago prolongado o una sensación de ardor que aparece constantemente, aunque es más usual después de comer, durante la noche o al beber agua.
Otros síntomas que puedes sufrir si tienes una infección por helicobacter pylori son:
- Gases.
- Pérdida de apetito.
- Pérdida de peso.
- Hinchazón.
Será necesario que acudas a un médico cuando presentes los siguientes síntomas:
- Dolor abdominal intenso.
- Dificultad para tragar.
- Vómitos con sangre.
- Evacuaciones oscuras debido al sangrado en el duodeno.
Diagnóstico
Hay diversas analíticas y procedimientos que van a determinar si tienes una infección por esta bacteria, entre las que están los análisis de sangre, pruebas de aliento, análisis de heces, entre otros.
Análisis de sangre:
Por medio de esta analítica se puede detectar una infección presente o anterior de helicobacter pylori. Las pruebas de heces y aliento son más efectivas.
Prueba del aliento:
Tragas una pastilla que contiene moléculas de carbono, líquido o alimento que sea fácil de digerir. Si tienes la infección, el carbono se libera cuando se digiere en el estómago. Al exhalar en una bolsa el médico detectará las moléculas de carbono usando un dispositivo.
Análisis de heces:
Se buscan las proteínas asociadas a la infección. En este caso el médico te pedirá que dejes de tomar ciertos medicamentos para que no afecten los resultados.
Endoscopia:
En esta prueba estarás sedado/a e introducirán un tubo largo flexible por la garganta, esto le permitirá al médico ver si hay irregularidades y tomar muestras de tejido.

Tratamiento del helicobacter pylori
Los antibióticos y otros fármacos son el tratamiento por defecto para tratar con esta infección, aunque esta opción puede resultar agresiva para las bacterias intestinales que deben estar allí.
Para consiguiente, puedes optar por vías naturales donde se incluyen ciertos alimentos que ayuden a tu organismo a debilitar a la bacteria. Estos alimentos pueden ser la cúrcuma, jengibre, repollo o col blanca y el brócoli.
Lo ideal es que aumentes tu consumo de alimentos ricos en vitaminas y con propiedades bactericidas y antibióticas, como es el caso de la cebolla, ajo, tomillo, romero, menta y miel.
Otros alimentos que pueden ayudar son los probióticos que contienen bífidos y lactobacilos, que no eliminan la bacteria pero sí reducen los síntomas como nauseas, cefalea y dispepsia.
Debes tomar en cuenta que primero tienes que consultar a tu médico sobre la ingesta de estos alimentos, pues en ocasiones te dará más alternativas según tu condición y lo que te haya producido la bacteria.
Si te has infectado con helicobacter pylori debes evitar en tu dieta los azúcares refinados, harinas refinadas y el arroz. En su lugar, aumenta tu ingesta de frutas, agua y verdura. Hay una bebida alcalinizante que te puede ayudar a aliviar los síntomas, como la mezcla de apio, zanahoria y patata cruda.
Con respecto a los antibióticos que normalmente se recetan para lidiar con las consecuencias de helicobacter pylori, suelen ser al menos dos diferentes a la vez para evitar que la bacteria se siga desarrollando.
El médico incluirá en el tratamiento medicamentos que disminuyen la producción de ácido para sanar el revestimiento del estómago.
- Bloqueadores de la histamina (H-2): bloquean la histamina, las cuales son las que desencadenan la producción de ácido clorhídrico.
- Inhibidores de la bomba de protones: suspenden la producción de ácido y seguramente los has tomado antes. Algunos son el omeprazol, esomeprazol, pantoprazol y lansoprazol.
- Subsalicilato de bismuto: también conocido por el nombre de la marca, pepto-bismol. Recubre la ulcera y la protege de los ácidos del estómago.
Consejos para prevenir
Puedes tomar ciertas precauciones para prevenir una infección por esta bacteria, las cuales tienen que ver generalmente con tu higiene diaria:
- Lava tus manos a menudo, sobre todo luego de ir al baño, antes y después de cocinar y comer. Toma tu tiempo lavándolas con agua templada y jabón.
- Cuida tu higiene alimentaria, es decir, prepara y cocina bien los alimentos, mantén limpia la superficie de trabajo y donde los almacenas, asimismo, los utensilios que usas para prepararlos.
- Bebe solo agua que provenga de fuentes limpias y seguras. Aumenta tu precaución cuando bebas agua durante un viaje y países en vías de desarrollo.
- La bacteria está presente también en la saliva y esmalte dental, así que cuida de la salud de tu boca.
Toma en consideración lo que te hemos explicado aquí, cuida tu higiene y cambia tus hábitos alimenticios si estás padeciendo la infección por helicobacter pylori. Es una bacteria que se vuelve resistente a los antibióticos, por ello no será extraño que la ataquen con varios antibióticos. Ten paciencia y dentro de poco tu organismo volverá a la normalidad.