¿Será que la naturaleza intenta hablarnos a través de la clara longevidad de los habitantes de los países mediterráneos? Es cuestión de prestar atención a como los griegos, españoles y anglosajones tienen una vida mucho más larga y saludable que la de los habitantes de países desarrollados. Sin duda su tipo de alimentación juega un papel imprescindible en esta cualidad. Descubre la dieta mediterránea y longevidad.
La organización mundial de la salud ha validado distintos estudios que se elaboraron entorno a la dieta mediterránea. Esto, con la finalidad de explicar la razón de por qué el índice de enfermedades coronarias y metabólicas es inferior en los países que adoptan ese tipo de alimentación. Incluso, si las personas están en la sexta o séptima década de la vida. ¿Cómo crees que influya la dieta mediterránea en el curso de la vida? ¡Vamos a descubrirlo!

Estudios que investigaron la dieta mediterránea
Registros que datan desde el año 1960 hasta el año 1990, -los cuales encierran 30 años de estudio- evidenciaron en la tasa de mortalidad de la organización mundial de salud, una reducción significativa en la población mediterránea. Es decir, esta población estaba muriendo menos que la del resto del mundo. ¿A qué se debe esto?
Se investigó cuales elementos o cualidades poseía la población mediterránea que tenía un efecto beneficioso en su salud y se concluyó que era su dieta. La dieta mediterránea representa un modelo de alimentación saludable. Estas conclusiones se derivaron de 3 estudios importantes:
- Trichopoulou et al. 1993.
- Osler & Schroll, 1997.
- Kouris-Blazos et al. 1999.
En dichos estudios se realizó una puntuación a priori que evaluaba 8 puntos esenciales de los componentes de una dieta mediterránea. Entonces, si una persona poseía más o menos puntos, su porcentaje de riesgo aumentaba o disminuía.
En normas generales la conclusión de todos los estudios realizados es que una alimentación que se apegue a la dieta mediterránea aumenta la supervivencia. Pero también la calidad de vida, ya que no solo amplia el rango de años sino que reduce la incidencia de enfermedades propias de la vejez.
Asimismo, las estadísticas exponen que la población mediterránea tiene menos enfermedades coronarias en comparación con poblaciones de países más desarrollados. Es algo inusitado que suele llamar la atención porque generalmente, esta población tiene una atención de salud menos avanzada o constante que la de parte del norte de Europa o de Norteamérica. Incluso, sus índices de tabaquismo son mayores, porque es un hábito frecuente en los habitantes del mediterráneo.
No obstante, las tasas de mortalidad seguían siendo mucho más bajas. La esperanza de vida de la población adulta mucho más larga, especialmente en el sexo masculino. Esto llevó a realizar más estudios que confirmaran la influencia de la dieta mediterránea en la calidad de vida. Se extrapoló las investigaciones a otras comunidades.
¿Confirmaron o desmintieron esta teoría los estudios extranjeros? ¡Veámoslo!
En vista de las interrogantes y curiosidades del mundo médico, se diseñó un estudio intercultural internacional que evaluaba los hábitos alimentarios de la edad adulta. Este empezó en Grecia, y se comprobó mediante 182 habitantes que la dieta mediterránea poseía un efecto beneficioso en la salud adulta. Sin embargo, empezaba a surtir efecto desde los primeros años de vida.
Los 8 puntos evaluados de los componentes habituales de la dieta mediterránea en el estudio son los siguientes:
- Alta proporción de grasas monoinsaturadas a saturadas.
- Consumo moderado de etanol.
- Mayor consumo de legumbres.
- Alto consumo de cereales (incluyendo pan).
- Mayor consumo de frutas.
- Alto consumo de vegetales.
- Bajo consumo de carne y productos cárnicos.
- Consumo moderado de leche y productos lácteos.
El mismo cuestionario fue aplicado a otros países como Australia, Dinamarca, España, e incluso en sociedades no mediterráneas, pero que se apegaban a este modelo de alimentación. En todas ellas, la reducción del riesgo de muerte prevaleció.

Componente beneficioso de la dieta mediterránea
Los beneficios de la dieta mediterránea se evidenciaron desde hace muchos años. Concretamente desde la recuperación de la segunda guerra mundial, donde las personas que acostumbraban a tener estos hábitos de alimentación. Estos, mostraron un mejor estado de salud y una mayor resistencia a los peores años postguerra. Además claro, que aún no existía la cultura de la comida rápida o chatarra en esa sociedad.
Desde entonces se ha evaluado los componentes de la dieta mediterránea, es decir, cuales son los elementos más frecuentes en la alimentación de esta población. Se descubrió que estaba basada en frutas, verduras, mariscos, legumbres y cereales y, por supuesto, aceite de oliva.
Todos estos elementos son ricos en antioxidantes. Que se consideran la piedra angular en el efecto beneficioso de la dieta mediterránea aunque no haya un estudio concreto que lo confirme.
En la población mediterránea, el consumo de grasas es 40% superior que en los Estados Unidos. Sin embargo, la incidencia de enfermedades coronarias y de algunos tipos de canceres es inferior. Esto demuestra que no repercute en la salud la cantidad de grasa consumida sino la calidad de las fuentes que la aportan.
¿Qué papel juega los antioxidantes en la dieta mediterránea?
Grecia y España son los países con mayor consumo de aceite de oliva. También, son los países cuya esperanza de vida adulta es mayor que en todo el mundo. Puede que varios factores influyan en eso, pero sin duda, la alimentación natural y saludable posee un gran porcentaje de responsabilidad.
Un estudio que se realizó en el año 1980 concluyó que la baja tasa de enfermedades coronarias en los adultos mayores mediterráneos se debía al consumo de dietas con bajo contenido de grasas saturadas. Pero, los científicos de esta población discreparon asegurando que su dieta no solo tenía un efecto en la salud protectora cardiovascular. También en otros sistemas del organismo, y que iba más allá del bajo consumo de grasas saturadas.
¿Entonces qué promovía el efecto beneficioso de la dieta mediterránea? Se asume que la composición de antioxidantes que tienen las frutas silvestres y el aceite de oliva.
En Grecia, es sumamente común el consumo de frutas silvestres en ensaladas y tartas, estas frutas son altas en flavonoides. Considerados, una de las categorías más importantes de antioxidantes para la especie humana. Así también, el consumo de verduras es superior en Grecia que en cualquier otro país europeo. Además, son acompañadas por aceite de oliva extra virgen, lo que congrega un gran número de propiedades.
Propiedades antioxidantes del aceite de oliva
La elaboración de aceite de oliva es mucho más natural que la de cualquier otro aceite de semilla. Esto, porque su preparación no amerita un refinamiento procesado. Consiste en el aplastamiento de la drupa (semilla de olivo) y la transferencia de sus propiedades al aceite, sin la utilización de químicos disolventes.
Esto es algo que solo ocurre en la preparación del aceite de oliva, porque en las restantes semillas este pasaje de propiedades al aceite no ocurre. Entonces, se cree que las propiedades antioxidantes del aceite de oliva vienen de este intercambio de propiedades de la drupa.
Así que el aceite de oliva más allá de su alto contenido de ácido oleico posee un porcentaje alto de propiedades beneficiosas para la salud. De hecho, mientras más virgen es el aceite mayor porcentaje de antioxidantes se le atribuye, confiriéndole hasta 800 mg/kg.
Bien, en resumen podemos decir lo siguiente:
La dieta mediterránea contiene una cantidad importante de flavonoides. Mientras que los principales compuestos polifenólicos del aceite de oliva, que es la base de la dieta, también, tienen propiedades antioxidantes. Y todo este contenido contribuye a la prevención de enfermedades coronarias y posiblemente varias formas de cáncer y otras enfermedades. Proporcionando así, una explicación plausible de sus aparentes beneficios en la longevidad de sus poblaciones.
La inclinación actual hacia la dieta mediterránea tiene una base nutricional sólida sustentada por la ciencia y por la historia. No representa una moda pasajera, todo lo contrario, ojalá pudiésemos adoptar el estilo de vida mediterráneo para una mejor calidad de vida.