El cáncer es una enfermedad multifactorial, por eso prevenir y tratar el cáncer implica trabajar en distintos aspectos y modificar diferentes hábitos de vida. En general llevar un estilo de vida saludable es la mejor forma de prevenirlo. Por ello debemos hablar sobre lo que estás comiendo y el impacto que estos alimentos tienen sobre tu salud.
¿Existe una alimentación ideal? Digamos que existen unos alimentos recomendados por todas sus propiedades y beneficios. Pero así como es imposible que un alimento por sí solo sea capaz de inducir una enfermedad también lo es de impedirla o curarla. El truco está en mantener una dieta constante basada en alimentos sanos, naturales y nutritivos.
Enlistemos cuales alimentos contribuyen a prevenir el desarrollo de células cancerígenas y cuales pueden potenciar su aparición.
¿Cuáles son las principales causas del cáncer?
Hay algo muy importante que resaltar y es que el cáncer es una enfermedad que se puede prevenir y tratar. Esto significa que con un estilo de vida basado en una dieta saludable, ejercicio físico y una vida colmada de serenidad, son mucho más bajas las probabilidades de desarrollar esta condición.
¿Pero por qué es tan importante esto? Hay evidencia científica que lo certifica, muchos estudios aseguran que existe una fuerte conexión entre algunos estilos de vida y la aparición del cáncer. Por ejemplo, las personas que fuman son más propensas que las personas que no lo hacen a desarrollar cambios celulares del tipo cancerígeno.
Asimismo, algunos estudios indican que la calidad de los alimentos se relacionan con la aparición de algunos canceres. Como por ejemplo, el de mama o colon, especialmente por la carencia de algunos nutrientes o de fibras.
Pero además de ello también hay ciertas situaciones que se pueden evitar. Especialmente cuando se es propenso genéticamente o cuando se ha padecido con anterioridad, alguna de ellas son:
Daño genético
Ya sea en el ambiente o en nuestro interior pueden haber factores tóxicos que afecten nuestro código genético. Haciendo que el genoma mute y desarrolle células malignas. Por ejemplo, el alcohol, la exposición a rayos x o tal vez la exposición a pesticidas. A largo plazo pueden adulterar nuestras células y desarrollar un cáncer.
Asimismo la presencia de Nitrosaminas, hidrocarburos policíclicos aromáticos, aminas heterocíclinas, alcohol y micotoxina. Que estos se encuentran presentes en alimentos ahumados, alimentos expuestos a altas temperaturas, ricos en conservantes y bebidas alcohólicas son capaces de tener el mismo efecto.
Inductores tumorales
Otros estresores celulares, factores tóxicos o componentes nocivos son capaces de promover el crecimiento de quistes, tumores y otros tejidos anómalos potencialmente malignos que desencadenen un cáncer; el tabaco es conocido como un inductor tumoral, por eso siempre se ha hecho una campaña en contra del hábito de fumar.
Lo más peligroso de los inductores tumorales es su capacidad de generar metástasis. Por eso nombremos algunos que están frecuentemente presentes en los alimentos: contaminantes, químicos, altos niveles de sal, conservantes y aditivos. Se consiguen en carnes rojas, carnes procesadas y productos lácteos.

¿Cuáles alimentos son recomendados para prevenir la aparición del cáncer?
Para prevenir y tratar el cáncer es ideal añadir algunos nutrientes indispensables dentro de nuestra dieta diaria. Una dieta balanceada está compuesta por frutas, legumbres, cereales integrales y proteína animal magra. Todo esto nos va a ofrecer la disponibilidad de nutrientes que refuercen el funcionamiento celular, por ejemplo, antioxidantes, la vitamina C, E, A y el ácido fólico.
Consume más semillas, frutos secos, aceite de oliva, brócoli, aguacate, espinaca, remolacha, espárragos, frutos rojos, cúrcuma, zanahoria y calabaza. Los componentes que poseen cada uno de estos elementos son indispensables para la correcta diferenciación celular.

¿Qué otras cosas puedo hacer para prevenir el cáncer?
Cuando hablamos de llevar un estilo de vida saludable hacemos referencia a un cambio en el patrón de sueño, en la rutina, en la alimentación e incluso en la forma de pensar.
Es importante llevar una vida sin estrés, tener una buena gestión del estrés es indispensable para la prevención del desarrollo de células cancerígenas. Aunque es difícil lidiar con algunas situaciones o circunstancias queda de nuestra parte siempre buscar una alternativa sana para liberar esa tensión.
Por ejemplo, con un pasatiempo. El hacer lo que nos gusta o apasiona siempre generará una descarga de endorfinas y estas contrarrestarán los efectos negativos del estrés.
Descansar lo suficiente también es parte de reponer y recambiar las células de nuestro cuerpo. Es indispensable para el funcionamiento de nuestro metabolismo y por ende vital para un estado optimo de salud.
Finalmente abandonar el sedentarismo es promover la salud cardiovascular y la oxigenación celular. Es un hábito que va de la mano con una alimentación saludable y es parte fundamental de los factores preventivos del desarrollo y del control del cáncer.
Como puedes ver hay muchos cambios que puedes realizar en tu vida para disminuir tu riesgo de padecer cáncer. Como dije en un principio su factor es multifactorial y debes realizar un control integral para evadir su aparición. ¡Empieza ahora! ¡Lleva una vida más saludable!