Todos sabemos que bajar de peso no es tan sencillo, no hay una forma mágica con la que simplemente puedas reducir calorías o 5 tallas sin ningún esfuerzo.
Lograrlo es más un conjunto de acciones coordinadas que combina una buena alimentación, un sano hábito alimenticio, una actividad física regular y otras conductas saludables como dormir, hidratarse correctamente y mantenerse lejos del estrés.
Sin embargo, hay pequeños esfuerzos o atajos que podemos tomar para adelantar o agilizar el proceso ¿te interesan? Bien, hablo concretamente de la alimentación que es sin duda uno de los pilares más importantes para este proceso.
7 trucos para bajar de peso rápido consumiendo menos calorías
He elegido para ti 7 trucos sumamente sencillos de reducir la cantidad de calorías consumidas diariamente y lograr así bajar de peso. Se trata de 7 formas ridículamente fáciles de reducir lo que consumes sin darte cuenta que lo estás haciendo. Así no solo logras tu cometido sino que además te libras del estrés emocional de estar obligado a comer menos.
Para empezar hay que aclarar que no se trata de que practiques alguna dieta o de que hagas un determinado patrón de ingesta, no. Son pequeños cambios en las comidas que ya haces para que tu organismo asimile menos calorías o para que demande menos en las siguientes comidas.
Forma numero 1
Consume más proteína magra. Sí, así de sencillo. Solo incluye más proteína de origen animal como pollo o carne de res ya que consumir este tipo de alimento te mantiene lleno por más tiempo. Favorece la sensación de saciedad y recaes menos en las comidas trampas entre una ingesta y la siguiente.

Recuerda que la proteína magra es el pollo, la carne de cerdo, la carne de res o el pescado como el salmón, todos estos alimentos tienen un alto valor biológico.
Forma número 2
Come un puñado de bayas/fresas/frambuesas antes de cualquier carbohidrato. A pesar de que estos frutos contienen fructosa tienen una baja cantidad de calorías y hay estudios que demuestran que si se realiza esta práctica diariamente se puede reducir el consumo de 130 calorías. Además claro que el comer con anticipación reduce mucho más el apetito.
Asimismo adelantan un estado de saciedad que perdura. Cualquier fruta de este tipo ya sean moras, fresas, frambuesas, arándanos o grosellas cumplen la misma función, la cantidad es un puñado del tamaño de tu mano. Y lo indicado es comerlo 20 minutos antes de la siguiente ingesta.
Forma número 3
Suena un poco extraña, pero se trata de comer caldo de hueso antes de las comidas. ¿Caldo de hueso? Sí, hablamos evidentemente de hueso de terneros. Esto se debe a que la gelatina que posee el hueso aumenta la colocistoquinina lo que arrastra agua hacia el interior del intestino y favorece de muchas maneras la digestión.
Pero no solo eso, el caldo de hueso también aumenta la saciedad y reduce la necesidad de comer o la sensación de hambre. Lo ideal es tomar 4 u 8 onzas de caldo de hueso antes de las comidas. Es técnica es bastante empleada en las personas que practican ayuno intermitente porque tanto el calor como el contenido mantiene parcialmente apaciguada el hambre.
Forma número 4
Aumentar la ingesta de triptófano. El triptófano es uno de los aminoácidos esenciales para el funcionamiento del organismo y se encuentra en distintos alimentos, especialmente en la proteína. ¿Pero qué pasa? No solo se trata de comer más triptófano porque eso sería como bien comer más carne de res.
No, la verdad es que debes estudiar cuales alimentos contienen una cantidad suficiente para asimilarlo y transportarlo hasta el interior del cerebro. Donde cumple sus funciones más importantes generando sensaciones importantes: bienestar, tranquilidad y saciedad.
La mayoría de los alimentos que poseen triptófano también poseen otros aminoácidos neutros que compiten por su captación. Por eso lo importante es elegir uno donde la cantidad de este sea superior. Por ejemplo los pescados y mariscos. El salmón es una estupenda opción, contiene la cantidad suficiente y aporta otros elementos como omega 3.
Forma número 5
Desayunar huevos. Sí, puede que sea una costumbre para muchos pero para otros no tanto, y la verdad es que es bastante beneficioso. Los huevos son una fuente de proteína muy saludable y de alto valor biológico.
Estudios nutricionales demostraron que las personas que desayunaban con huevos en lugar de cualquier otra cosa consumían 130 calorías menos en el almuerzo. La razón no está del todo esclarecida pero se supone que se deba a la saciedad que aporta este alimento. Lo cierto es que todos los participantes del estudio demostraron comer mucho menos el resto del día después de desayunar con huevos.

Forma número 6
Es similar a la anterior. Consiste en comer queso requesón o cottage como también se le conoce. Es una fuente de proteína saludable que tiene la virtud de descomponerse más lentamente. Lo que permite que se mantenga la sensación de saciedad por mucho más tiempo.
Asimismo el requesón cumple con la misma función de aumentar la producción de colocistoquinina y atraer agua a la luz intestinal que también crea llenura y saciedad. Ambos beneficios reducen la ingesta de calorías en la posteridad. Y es delicioso, se sirve bien con cualquier comida lo que sin duda es un gran plus.
Forma número 7
Finalmente la última es comer yogur griego sin azúcar con semillas de chía. ¿Qué confiere esta combinación? Saciedad, probióticos y una regulación del patrón intestinal.
El yogur griego es excelente para reducir el hambre, al comerlo te sentirás satisfecho por largos periodos de tiempo sin olvidar que es muy sabroso. Y luego están las semillas de chía que atraen agua al intestino y esto regula el tránsito intestinal, permite absorber mejor los alimentos y aporta la función típica de la fibra.
Como ves no siempre se trata de dejar de comer a veces solo tienes que saber qué comer. Con estos pequeños trucos lograrás reducir un alto número de calorías y por ende podrás bajar de peso fácilmente sin tanto sacrificio. Pero recuerda, debes complementar tu alimentación con otros hábitos saludables.