La resistencia a la insulina y la prediabetes son dos grandes patologías contra las cuales expertos en medicina y nutrición tienen años trabajando. Disminuir su tasa es una lucha que evita terribles consecuencias en la salud metabólica de las personas. Su tratamiento es médico y conservador, más allá de una droga, la alimentación es la piedra angular. Infórmate y vence la resistencia a la insulina con ayuno.
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Vence la resistencia a la insulina con ayuno: la insulina y su efecto en el organismo
La insulina es una hormona formada por las células betas del páncreas. Su principal función es la de regular los niveles de glucosa en sangre, es decir, los niveles de azúcar que hay en el cuerpo.
Algunas condiciones afectan el curso natural de este proceso, bloqueando así el correcto funcionamiento de la hormona, la cual se ve aumentada, pero no aprovechada. ¿Qué genera esto? Que el azúcar se mantenga elevada en la sangre ocasionando una necesidad de más insulina. La misma perpetua un círculo vicioso de mayor producción de insulina y una captación pobre o nula de la misma.
Si la glucosa se mantiene elevada en la sangre genera los siguientes síntomas de resistencia a la insulina:
- Sed excesiva.
- Hambre constantemente.
- Muchas ganas de orinar.
- Aumento de la grasa localizada.
- Oscurecimiento de los pliegues de la piel.
- Aparición de acné.
- Caída del cabello.
- Mayor frecuencia de infecciones.
Lo que ocasiona en el cuerpo la resistencia a la insulina es un palmarés amplio de efectos negativos generados por un metabolismo alterado. En el peor de los escenarios esta condición predispone a la diabetes tipo 2, al síndrome metabólico y al padecimiento de síndrome de ovarios poliquísticos.

¿Cómo tratar la resistencia a la insulina con el ayuno intermitente?
La alimentación es la piedra angular para tratar la resistencia a la insulina. Esto implica cambiar la dieta llena de carbohidratos simples por una que sea más balanceada y natural. Cambiar las azucares refinadas y las harinas por hortalizas, incluir más grasas saludables, proteína animal magra, y en fin, un menú que regule el aporte de azúcar al organismo.
La OMS habla de que las personas deberían ingerir 25 gr de azúcar al día. Estos 25 gr debes ser consciente de que están repartidos en todas las comidas que ingieras al día, desde el desayuno hasta la simple taza de té que te tomas por las tardes.
Por ello el cambio de los chocolates, la bollería y los alimentos procesados por aquellos más naturales, es indispensable. Pero además se ha estudiado el impacto positivo del ayuno intermitente sobre este tratamiento alimenticio.
El ayuno favorece la disminución del azúcar en el cuerpo, como también evita la formación de nueva insulina que no vaya a ser asimilada, regulando un poco mejor el metabolismo de las grasas. La insulina elevada no permite que se quemen las grasas para convertirse en combustible. Es así que el principal efecto del ayuno es directamente sobre la insulina.
Al disminuir este exceso, las células se desinflaman, se sensibilizan mejor a la presencia de insulina, evitando entonces la resistencia y con ella todos los efectos adversos de su aumento sostenido.
¿Qué otros métodos existen para tratar la resistencia a la insulina?
Además de una alimentación saludable y la influencia del ayuno intermitente con su espaciamiento de las horas de ingestas calóricas, el ejercicio físico ha demostrado ser parte de la terapéutica ideal para esta condición.
Abandonar el sedentarismo es una de las principales indicaciones de los endocrinólogos hacia sus pacientes. Se ha demostrado que incluso una rutina de ejercicio puede disminuir aún más los niveles de insulina.
Conclusión
El ayuno intermitente es un gran aliado en el tratamiento de la resistencia a la insulina. Acompañada de una alimentación saludable baja en azucares refinadas y una buena rutina de ejercicio es muchísimo más fácil evitar la progresión de esta condición hacia la diabetes tipo 2 o alguna otra patología de índole metabólico.