La autofagia es un descubrimiento relativamente nuevo por parte de la ciencia y aún más nuevo para la sociedad. Esta función orgánica que desarrolla el cuerpo para compensar energía y nutrientes parece tener muchos beneficios para la salud desde distintos focos. Continúa leyendo y descubre de qué se trata la autofagia y cómo se potencia a través del ayuno intermitente.
¿Qué es la autofagia?
La autofagia es un mecanismo compensador del cuerpo que consiste en recambiar las células dañadas, los desechos metabólicos, los virus y bacterias por energía y tejido celular nuevo y revitalizado. Este proceso ha demostrado poder detener el progreso de enfermedades degenerativas, del cáncer y mejorar el pronóstico para personas diabéticas.
Parece todo una revolución orgánica milagrosa, ¿cómo sucede todo esto? Bien, cuando el organismo aumenta sus demandas nutricionales y energéticas -ya sea por el ayuno prolongado o por el ejercicio de alta intensidad- empieza a activar una serie de mecanismo para compensar esas faltas. Primero pasa por la formación de glucosa mediante glucógeno, luego por la utilización de las grasas y finalmente se inicia la autofagia.
La autofagia supone que las células que se encuentran trabajando por el sistema busquen reciclar los componentes y desechos de otras células menos optimas para alimentarse.
Esto ocasiona que digieran todas las sustancias y organelas de otras células. Hasta el punto de incentiva al cuerpo a generar nuevas células para compensar la pérdida.
Es entonces como las células mediante unos sacos denominados lisosomas van por el cuerpo capturando en su interior a pequeños residuos orgánicos. Que luego los transforman y generan energía disponible para los distintos aparatos y sistemas. Así el metabolismo continúa trabajando y todas las funciones se mantienen al día.
¿Qué sucede cuando la autofagia se activa?
Al eliminarse residuos y tejidos dañados se detiene la formación de cúmulos de elementos que pueden resultar nocivos para el cuerpo. Es decir, no se crean depósitos de células malignas, se lisan la formación de proteínas que conlleven a la generación de enfermedades. Por lo tanto empiezan a verse órganos más funcionales.
En el caso del páncreas, algunos estudios en ratones han revelado como la autofagia parecía regenerar los islotes pancreáticos, uno de los principales defectos que ocasiona la diabetes. Por su parte el hígado, se vuelve más eficiente y depura mejor las toxinas.
Pero no solo internamente se pueden apreciar los cambios, así como existe una regeneración celular interiormente también la hay en el exterior.
Personas dispuestas en los distintos estudios de hábitos sanos que se han desarrollados en torno a la autofagia, demostraron que las personas que la practican detuvieron el envejecimiento. Sus líneas de expresiones desaparecieron y su piel se veía mucho más tersa y lozana.
Esta práctica ha sido estudiada profundamente por varios científicos y catedráticos. Incluso fue merecedora de un Premio Nobel en el año 2016 cuando el doctor Yoshinori Ohsumi concluyó sus estudios sobre los mecanismos de la autofagia. Estudios que evidenció con pruebas que demostraban sus increíbles beneficios en la salud.

¿Qué enfermedades pueden mejorar con el proceso de autofagia?
¡Todas! Distintas enfermedades han demostrado detenerse e incluso desaparecer. Muchos incluso utilizan la autofagia como prevención para la aparición de algunas.
Desde combatir la obesidad hasta combatir el cáncer. La autofagia ha sido puesta en práctica como protocolo terapéutico en muchos estudios que comprenden enfermedades metabólicas de todo tipo, al igual que enfermedades degenerativas y cáncer.
¿Cómo influye el ayuno intermitente en la autofagia?
Desde que se conoció su increíble intervención en el organismo muchas empresas farmacéuticas han estado trabajando en crear medicamentos capaces de inducir o simular los efectos de la autofagia. Sin embargo, el doctor Ohsumi reveló que hay en el cuerpo procesos naturales que desencadenan sus funciones, en otras palabras, hay procesos orgánicos que activan la autofagia.
Uno de los procesos que potencia la autofagia es el ayuno intermitente. El ayuno permite que las células entren en ese estado de requerimiento energético que es sustituido por otros procesos secundarios. Así cuando las células no cuentan con glucosa y sus depósitos musculares se han agotado, se activa la utilización de las grasas e inicia el proceso de autofagia.
Es una de las maneras más sencillas, naturales y saludables de poner en marcha este proceso. Ambos promueven la longevidad, el rejuvenecimiento y el control de la salud integral del cuerpo. Por ello la autofagia logra una excelente potencia con el ayuno, lo cual resulta ser una excelente herramienta.

¿Cuáles son los planes de ayuno ideales para activar la autofagia?
Este mecanismo de recambio celular se inicia cuando el cuerpo supera las 12 horas de ayuno, es así porque antes otros procesos compensadores tienen lugar. Entonces algunos de los planes o regímenes perfectos para inducir sus funciones son los siguientes:
Plan de 12/12:
Un plan básico y fácil de seguir incluso para las personas que se están adentrando en la práctica. Consiste en pasar 12 horas de ayuno y luego 12 horas de ingesta.
Es decir, las comidas que se van a ingerir se obtendrán en un marco de tiempo de 12 horas. Es casi un plan normal porque la mayoría de las personas toman el ayuno por las noches. Empiezan después de la cena y lo terminan 12 horas después.
Plan 14/10:
Este modelo es perfecto para personas que se han adaptado al plan anterior. Simplemente van añadir 2 horas más de ayuno a su habitual rutina, un buen ejemplo es que si cenan a las 8 de la noche van a desayunar a las 10 de la mañana.
Plan de 18/6:
A medida que la persona se va a adaptando al estado de ayuno es más fácil alargar las ventanas de tiempo en las que no hay ingesta. En este caso puedes iniciar el ayuno a las 8 de la noche y culminarlo a las 2 de la tarde. Mientras podrás hidratarte muy bien, tomar infusiones o jugos de vegetales.
Con todos estos planes pueden activar naturalmente la autofagia. También a través de una rutina de ejercicio de alta intensidad y con algunos tipos de dietas que son bajos en carbohidratos. En general, los buenos hábitos de salud promueven este mecanismo en el cuerpo. Lo importante es no detener conforme avanza la edad para detener el envejecimiento.
La autofagia y el ayuno intermitente son prácticas milenarias. Sin embargo se vienen popularizando en los últimos años. Cada vez más personas dan sus testimonios sobre los increíbles beneficios que se pueden obtener con ellas, sobre todo cuando la autofagia se potencia con el ayuno.¿Qué esperas? ¡Compruébalo por ti mismo!