El ayuno inspirado por la espiritualidad, la fe y las corrientes ideológicas, ha demostrado cambiar la perspectiva en la que el cuerpo percibe el patrón alimentario. Así, pues las personas que deciden hacerlo como un homenaje muestran mejor tolerancia, más disciplina e incluso mejores resultados. Aquí podrás aprender sobre ayuno y espiritualidad además de su repercusión en tu salud.
En oriente muchas culturas tienen la costumbre de honrar a sus ideales religiosos con regímenes de ayuno, como es el caso del ramadán. Una característica increíble de este hecho es que la población que lo practica, es decir, los islamistas en este caso.
Los mismos, presentan menor proporción de enfermedades degenerativas o metabólicas. ¿Es acaso el ayuno una cura de humildad para el cuerpo mismo?
¿Cómo influye el ayuno y espiritualidad?
Para alcanzar una conexión espiritual no necesariamente tienes que acudir a un templo o iglesia, ni siquiera pertenecer a una religión en concreto. Conectar con el espíritu, el alma y la mente es algo que se puede lograr a través de la meditación y la introspección. Esto, se agudiza intensamente mediante el ayuno.
A pesar de que practicar el ayuno dentro de un marco religioso de cualquier índole siempre ha sido interpretado como un voto de austeridad o un período dedicado a la reflexión -donde la finalidad es desprenderse de todo lo material- para el cuerpo, es percibido como algo mucho más importante que eso, el cuerpo descansa, se enfoca, y se sintoniza con una energía superior.
Después de practicar el ayuno las personas han demostrado niveles más férreos de concentración. Asimismo, han demostrado mayor facilidad para meditar, niveles de depresión más bajos, al igual que de ansiedad. Estas personas muestran serenidad, alegría, voluntad y determinación, pues se encuentran más sensibles y adheridos a su espiritualidad. Por eso, practicar el ayuno para muchas culturas es un acto simbólico de fe.

¿Por qué el ayuno y espiritualidad mejora la conexión con el alma?
El espíritu es albergado dentro del cuerpo, es así para todas las culturas e incluso para los más escépticos. Es por eso, que cuando el cuerpo está descansado y en reposo, como durante la meditación, es más fácil mostrar vulnerabilidad y sensibilidad hacia esos deseos o anhelos del espíritu. ¿Pero cómo se logra esto con el ayuno?
Estudios británicos revelan que el ayuno impide la degeneración de las células nerviosas (neuronas). Debido a esto, se potencia la conexión entre ellas agilizando todos los procesos mentales. El ayuno actúa en las neuronas depurando las toxinas, eliminándolas y haciendo que se reduzcan los procesos oxidativos. Por ello, la mente experimenta mayor estabilidad emocional y anímica.
Al mantener conexiones neuronales más sólidas da como resultado que las ideas creativas fluyan con mayor intensidad. También, que los procesos cognitivos supongan menos retos y que las personas sean capaces de ser más perceptivas. Por su parte, el resto del cuerpo alcanza la energía para completar sus tareas metabólicas. ¡Mente sana, cuerpo sano!
¿Cuáles culturas y religiones implementan el ayuno regularmente?
En el pasado el ayuno siempre fue percibido como una muestra de sumisión, docilidad, homenaje y voto de humildad hacia un Dios superior. Asimismo, era considerado una especie de acto sagrado que demostraba las necesidades del espíritu por encima de las necesidades del cuerpo. Algunas de las religiones que practican constantemente el ayuno son las siguientes:
Cristianismo
La cuaresma es una de las penitencias más practicadas a nivel mundial en lo que respecta al ayuno y espiritualidad. La iglesia católica adoptó esta tradición como homenaje a los 40 días que padeció Jesucristo en el desierto sin comer ni beber. Es por ello que cada miércoles de ceniza se inicia un periodo de inanición con la absoluta abstención a las carnes rojas que culmina el domingo de resurrección.
Se piensa que los devotos realizan esta tradición como muestra de un deseo ferviente de conectar con el señor al igual que lo hizo Cristo. Además tal hecho histórico quedó registrado en la ciencia como un acto posible, ya que el cuerpo es capaz de resistir hasta 90 días sin recibir alimentación.
Islamismo
El ramadán es una costumbre de oriente practicada por los musulmanes durante el noveno mes del calendario lunar. Por eso entre 29 a 30 días, los creyentes del Corán aguardan ayuno de 12 horas, desde que nace el sol hasta que se esconde, mientras se dedican a la meditación, introspección y reflexión.
Es uno de los cultos o ritos más estrictos de esta cultura, además de la restricción de alimentos durante el día otras actividades como fumar o mantener relaciones sexuales están prohibidas.
Budismo
Durante la celebración del Vesak los budistas practican el ayuno durante el día, esta fecha comienza con la primera luna llena del mes de mayo o junio. Como los practicantes de la cultura budista creen fielmente en el karma se acoplan a todos los ritos y tradiciones llevados a cabo durante estos días para evitar así la respuesta negativa del universo.

Hinduismo
Los hindúes suelen conmemorar sus festividades con el ayuno, sin embargo no existen normas propiamente establecidas que indiquen la duración o la estricta obligación de esta práctica. A pesar de ellos, una pequeña comunidad de monjes llamados Sadhú deciden voluntariamente vivir en austeridad, por lo cual son apreciados y respetados por el resto de la comunidad.
Asimismo el hinduismo ha demostrado una predilección a la meditación, actos que realizan mayormente en periodos de ayuna, ya que consideran que en este estado su concentración es mayor.
Judaismo
Otra religión monoteísta que practica el ayuno y espiritualidad es el judaísmo. Esta comunidad lo práctica durante los meses de septiembre u octubre en el día del perdón. Durante 24 horas deben mantener una restricción de agua y alimentos e incluso de muchas otras actividades. Generalmente las mujeres judías lo empiezan a practicar a los 12 años mientras que los hombres a partir de los 13.
¿Qué tienen en común todas estas religiones en torno al ayuno y espiritualidad?
Se ha demostrado que estas religiones gracias a su patrón alimentario, su tipo de dieta y su disciplina, presentan estadísticas de enfermedades degenerativas y cardiovasculares más bajas que cualquier otra comunidad. Así pues el ayuno contribuye en el retraso del alzhéimer y la enfermedad de Parkinson.
La conexión entre ayuno y espiritualidad resulta en un bienestar físico, mental y emocional. La ciencia se ha encargado de estudiar como el ayuno no solo influye en la salud del cuerpo sino también en la de la mente y el espíritu, algo que muchas culturas obtienen casi de manera inconsciente.