¿Alguna vez te has preguntado cómo es que el ayuno intermitente realiza tantos cambios positivos en nuestro organismo? ¿Cómo lo hace a nivel celular? La verdad es un proceso bioquímico, un poco complejo, pero muy interesante. Así que decidí explicarlo, simplificar qué es lo que ocurre a nivel de mecanismos moleculares y su aplicación clínica cuando estamos ayunando. ¡Vamos a ello!
El ayuno cada vez obtiene mayor validez en el mundo científico, especialmente desde que se reconoció la importancia de la autofagia. Por eso, muchos estudios en animales han servido de referencia para avanzar en los protocolos terapéuticos. Que incluye el ayuno en la aplicación clínica de distintos escenarios como la diabetes, el cáncer, el envejecimiento, la alzhéimer y otros.
Estos estudios son los que me han permitido comprender la reacción celular, la interacción y los resultados de cada uno de los procesos. También, han permitido que los expertos lo extrapolen a ensayos en humanos, donde se ha obtenido mucho más datos bioquímicos. Cómo te dije ya, es complejo pero muy interesante, así que empecemos hablando de manera general sobre los beneficios del ayuno.

¿Qué sucede en el cuerpo durante el periodo de ayuno?
Ayunar significa no comer, entonces cualquier momento en el que no ingieras alimento estás ayunando. Sin embargo, los efectos del ayuno empiezan a partir de las 12 horas sin ingerir alimento. Porque es el momento en el que se empieza a utilizar el glucógeno almacenado. Es el momento en el que el ayuno empieza con los mecanismos moleculares y aplicación clínica.
Pero dirás, ¿Qué es el glucógeno y dónde se almacena? Bien, el glucógeno es una forma en la que la glucosa se guarda dentro del hígado y los músculos. Para ser usado cuando sea necesario, ya sabes que el cuerpo cuenta con ese mecanismo de autodefensa. Dónde siempre guarda reservas para un momento en el que no tenga acceso al alimento. Genéticamente, estamos predispuestos para esta situación ya que de ese modo hemos evolucionado.
Ya tenemos el glucógeno almacenado, y nuestros niveles de glucosa sérica empiezan a descender. ¿Qué hace el hígado? Liberar glucógeno, hay un proceso bioquímico llamado glucólisis en el que las moléculas de glucógeno se disuelven o desintegran para liberar energía. Este proceso empieza y progresivamente continúa hasta agotar todo el depósito hepático y muscular.
En este momento el cuerpo sufre un cambio metabólico en el que empieza a utilizar la grasa no hepática –de nuestras reservas también naturales–. Los ácidos grasos libres y también empieza a formar cuerpos cetónicos para obtener combustible y continuar con sus funciones.
La mayoría de los tejidos pueden alimentarse de los depósitos de grasa
Sin embargo, el cerebro depende exclusivamente de los cuerpos cetónicos. Estos se forman a partir de una molécula llamada Acetil-Coenzima A, que es generada mediante una Beta-oxidación que ocurre durante el pasaje de los ácidos grasos libres al torrente sanguíneo.
Este proceso se conoce como gluconeogénesis, porque se busca formar glucosa a partir de otros sustratos no glucídicos. Es decir, se forma glucosa de grasa, glicerol, cuerpos cetónicos y aminoácidos. De este modo, el cuerpo repone energía por al menos 30 días, e incluso algunas especies como el pingüino Rey puede hacerlo durante 5 meses. Por lo que esta fase se conoce como una fase adaptativa para todos los mamíferos.
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¿Qué ocurre a nivel sistémico en los mecanismos moleculares con todos estos procesos?
Me refiero a qué pasa en el cerebro, qué pasa en el hígado, qué pasa en el corazón y en todos los sistemas restantes. Durante el período de ayuno y los procesos compensadores del organismo.
Para empezar hablemos del cerebro, este director de orquesta como podemos llamarlo, se alimenta para mantener activas todas sus funciones. El ayuno intermitente actúa sobre la neuroquímica con la formación de los cuerpos cetónicos, Pero también sobre la actividad neuronal. Es decir, influye en la relación de la red neuronal, lo que optimiza todos los procesos cognitivos y sensoriales.
Algunas regiones del cerebro son especialmente beneficiadas con la fase adaptativa del ayuno intermitente. Como lo son el hipocampo, donde se regulan los procesos cognitivos, el hipotálamo donde se controla la temperatura y el apetito. El cerebelo donde se coordinan los movimientos y el tronco cerebral donde se manejan las funciones del sistema cardiovascular y el sistema digestivo.
Además, con su efecto sobre el sistema parasimpático, reduce la frecuencia cardíaca, la presión arterial e induce la motilidad intestinal. Entonces podemos decir que el cerebro es uno de los órganos más beneficiados con el ayuno intermitente.
Otro de los cambios ocurre a nivel metabólico
Cuando el glucógeno se agota que empezamos a utilizar las grasas de nuestro cuerpo, se activa un mecanismo llamado lipólisis. Este consiste en la utilización de los adipocitos y es lo que todos conocemos como quemar grasa. Lo que nos ayuda a reducir el peso corporal, una excelente contribución para las personas que padecen obesidad o síndrome metabólico.
Asimismo, el ayuno intermitente mejora la sensibilidad de las células a los efectos de la insulina. Lo que previene la resistencia a la insulina, pero también algunos estudios en animales han confirmado que el ayuno a través de la activación de la autofagia, ha regenerado las células pancreáticas en algunos ratones lo que significaría una alternativa terapéutica para la diabetes tipo 1.
Finalmente, los efectos sobre el estrés oxidativo benefician a todo el cuerpo. Todas las células se depuran y se desinflaman. Lo que retrasa el envejecimiento y deterioro de los tejidos orgánicos.
Todos estos mecanismos moleculares tienen una aplicación clínica imprescindible en enfermedades como:
- Parkinson.
- Alzheimer.
- Epilepsia.
- Demencia.
- Obesidad.
- Diabetes tipo 2.
- Resistencia a la insulina.
- Síndrome metabólico.
- Hipertensión arterial.
- Ateroesclerosis.
- Dislipidemias.
- Artritis reumatoide.
- Asma.
- Cáncer.
- Ansiedad.
- Depresión.
¡La lista es larguísima! Y no deja de sorprendernos la cantidad de ensayos que se hacen en torno a muchas otras patologías bajo la influencia del ayuno intermitente. Por ejemplo, los ensayos de esclerosis múltiples también son bastante dignos de mencionar, ya que sus resultados son muy alentadores.
Como puedes ver el proceso empieza en la unidad microscópica de nuestro cuerpo. En nuestras células, y tiene intervenciones de muchas sustancias, sustratos y procesos. Ocurre en determinado tiempo y dura también una cantidad de tiempo específico. El cuerpo es como una gran máquina que funciona perfectamente, y que de nuestro parte solo queda permitir y de algún modo potenciar todos sus procesos.
¡Ayunízate y regenera todo tu metabolismo!