Los ayunadores con experiencia lo consideran el ayuno genuino, y ellos mismos reconocen que no basta con ser un experto para llevarlo a cabo. Es necesario un momento físico y emocional óptimo para poner en práctica el ayuno de agua.
El ayuno hídrico consiste en la supresión de la ingesta de alimentos acompañada sólo de agua. Un agente excelente para mejorar nuestra salud, ya que son conocidas sus propiedades depuradoras.
Esta técnica requiere preparación previa, que puede consistir en un ayuno gradual.
Primero con monodieta a base de frutas, luego con la ingesta de solo zumos de frutas y verduras. Después de eso pasar finalmente al ayuno hídrico.
Ciertamente sus cualidades se basan en aplicar al cuerpo una dieta de cero calorías, obligándolo al reposo absoluto. En otras palabras a la limpieza de sal y a la reducción en la generación de ácido clorhídrico.
Estas cualidades hacen que sus efectos terapéuticos sean mucho más rápidos que en otros tipos de ayunos terapéuticos.
Cuando más tóxicos contenga el organismo que empieza a ayunar, más efectos tendrá el ayuno en las primeras horas.
Síntomas lógicos de malestar debidos a la eliminación de toxinas.
Por lo tanto hacen recomendable la supervisión de un profesional que los distinga de otras reacciones que supongan signos de alarma.
Pasado este malestar o fase de reajuste del cuerpo, la mayor parte de ayunadores sienten un gran bienestar físico y emocional.
Como resultado el desvanecimiento de la sensación de hambre y es entonces cuando tiene lugar la llamada cetosis.
Cuando el cuerpo empieza a alimentarse de sus propias reservas y se inicia la célebre quema de células grasas.
Recuerda que el ayuno depurativo a base de agua:
- Es idóneo para expertos en estado físico y emocional adecuado o principiantes con un plan de trabajo supervisado.
- Los efectos terapéuticos son muy elevados y se consigue una rápida desintoxicación del cuerpo.
- Cuando mayor sea la intoxicación del organismo, mayor será la limpieza y, por lo tanto, mayor será también el malestar en las primeras horas del ayuno.
- Consumo de uno o dos litros diarios de agua.
- En todos los ayunos es necesaria la supervisión de un profesional.
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