¿Alguna vez te has preguntado cual es mejor, si el ayuno con agua o ayuno con zumos? Seguramente leíste un montón de veces sobre lo que podías ingerir durante el ayuno. Te encontraste con muchas más opciones de las que te imaginaste. La verdad es que son alternativas, y la que elijas va a depender de tu capacidad de adaptación al ayuno más que de los beneficios individuales.
¿Durante el ayuno qué beneficia más el agua o los zumos?
Es algo que varía de una persona a otra, o mejor dicho, de una experiencia a otra. Si eres una persona que llevas años ayunando es casi seguro que prefieres ayunar con agua y que esto no te supone ningún problema o efecto adverso. Pero, si eres un ayunante que recién empiezas resientes mucho el espaciamiento de las horas y los zumos te brindan mayor bienestar.
Esto no está mal, y en teoría no hay uno que sea mejor. Hablemos un poco sobre el proceso compensatorio del ayuno. Este que permita obtener energía y el por qué esta pregunta puede ser un poco más importante de lo que imaginas.
Cuando no obtienes glucosa (energía), por métodos convencionales, es decir, a través de una dieta de ingesta constante, el cuerpo busca las maneras de compensar esas deficiencias con los depósitos de grasa que tiene almacenados en tu cuerpo. Esa es una función natural, diseñada para eso.
Únete a nuestro club ahora, y conoce más a fondo el ayuno ¡con profesionales!
¿Puede el cuerpo tomar grasa y volverlo energía?
Evidentemente el cuerpo no puede solo tomar la grasa y volverlo energía. ¡No! requiere de todo un proceso de transformación en el cual el hígado convierte la grasa en cuerpos cetónicos. Los cuerpos cetónicos son moléculas orgánicas hechas de la degradación de lípidos y que sirven para brindar energía al cuerpo.

Reitero, es un proceso fisiológico, natural, que el cuerpo desarrolla por sí solo. Obviamente si aportas constantemente alimentos, y el cuerpo no está deficiente de glucosa no lo hará. Pero durante el ayuno sí. Este proceso requiere de energía, consumo de ATP para lograr convertir las grasas en combustible.
Entonces, si estas ayunando con agua la cetogénesis es mayor, porque hay menos energía, ya que el agua no aporta ningún grado de energía al cuerpo. Este proceso de formación puede afectarte mucho si no estás adaptado. Requiere que hayas adecuado tu cuerpo para ese proceso.
Por su parte, cuando ayunas con zumos, estos al ser hecho de verduras o frutas, aportan cierta cantidad de energía. Aunque el aporte sea muy discreto, está igualmente presente, por lo que la cetogénesis es menor, ya que cuentas con cierto aporte externo. Por lo mismo, el proceso es menos severo para ti si no estas acostumbrado.
De esta manera puedes hacer que sea la técnica ideal para ti, si estás iniciando.

¿Para iniciar con el ayuno intermitente qué es mejor?
En consecuencia con lo explicado anteriormente, si estás ayunando por primera vez o si recién empiezas con la técnica y estás en este proceso de adaptación, lo ideal es que empieces haciéndolo con zumos.
Los zumos le permitirán a tu cuerpo ir adaptándose progresivamente a la cetogénesis. Entonces, cuando ya seas más diestro con los ayunos intermitentes y elijas solo tomar agua, el cuerpo no resentirá tanto la transformación de las grasas en cuerpos cetónicos para cubrir tus necesidades energéticas.
Además, es importante la cantidad. El aporte de líquido durante el ayuno debe ser constante. Debes recordar que para todo el proceso de autofagia que sufren las células, el agua es indispensable. Por ello, la hidratación es incluso superior a los estándares recomendados normalmente.
¿Cuál es mejor entonces? Depende de ti y de cuánta experiencia tengas con el ayuno. El zumo es mejor si deseas adaptarte poco a poco al proceso. Mientras tanto, el agua es superior para acelerar la quema de grasa una vez tu organismo se haya acostumbrado.